CARLOS
E. CAÑAR SARRIA
Preocupa insistentemente el
problema del desempleo en Popayán. Ocupa el índice más bajo en relación a otras
ciudades colombianas, donde también el desempleo es grande. La administración
municipal viene haciendo esfuerzos pero en la práctica no se cristalizan porque
los resultados no son los esperados. Es necesario tener paciencia, este
problema no se soluciona de la noche a la mañana.
Se escuchan a diario muchas
quejas y razones sobre la desocupación cotidiana; algunas interrelacionadas, tales
como la falta de emprendimiento tanto de gobernantes como de gobernados, la
carencia de empresas y microempresas, la falta de legislaciones laborales que
estimulen la inversión; la falta de una pedagogía del esfuerzo y de superación
personal de no pocos habitantes. La mala fe y los abusos en los diferentes
oficios, lo que hace preferible ir a otras ciudades a contratar servicios. Que
muchos negocios decaen por el mal servicio y el maltrato a los clientes. En
muchas ocasiones son recibidos “con dos piedras en la mano” y así no se puede.
A esto hay que agregar problemas de calidad y precio.
Se cuestiona el papel de no pocas
universidades, que no ofrecen programas pertinentes con la ciudad y con la
región. Marchan separadas de los entes gubernamentales y de las empresas
privadas, lo cual hace complicada la implementación de políticas públicas que
permitan a mediano y largo plazo bajar los índices de desocupación. Insistimos
en afirmar que si bien es cierto, que el papel de las universidades es instruir
a los estudiantes en los diferentes programas académicos y que su misión no es
garantizarle el empleo a sus egresados, no pueden continuar aisladas de los
actores gubernamentales y empresariales.
El subempleo y la economía del
rebusque invaden nuestras calles, qué más se puede hacer. La gente necesita
llevar a sus familias el sustento diario que ciertamente es precario. Esto hace
parte de un derecho legitimado por la necesidad que no se puede criminalizar.
En alguna medida la invasión del espacio público tiene que ver con el
desempleo.
El mototaxismo es otra respuesta.
Hace unos días nos comentaba una adolescente que su tío se había quedado sin
trabajo y que este es quien asume el mantenimiento del hogar. Motivado por la
necesidad salió a la calle a trabajar con su moto y en estos días algo habían
podido comer en casa.
Hay expectativas por la implementación
del trabajo en el hogar y del teletrabajo, es conveniente ilustrar al respecto.
Algo se tendrá que hacer para que nuestra ciudad no continúe repuntando en el
deshonroso primer puesto en desempleo. Las Iniciativas deben proceder de la
Administración Municipal, pero sola es poco lo que pueda hacer. Se debe
cohesionar al equipo de gobierno y a muchos actores sociales en este propósito.
El alcalde Francisco Fuentes, venido del sector empresarial es un hombre
curtido en el tema de emprendimiento, confiemos en él. De los derechos sociales
y económicos, el trabajo debe convertirse en una prioridad y a este hay que
apuntarle.
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