Por: Luis Barrera
La bendición y celebración
Eucarística aquella mañana del 8 de Diciembre del año 1912 fue un gran
acontecimiento para la joven ciudad de Puerto Tejada que para entonces era una
quinceañera con promisorio futuro, pues iniciaba formalmente su vida cristiana
católica.
El 14 de Julio de 1897 el gobernador
del Cauca, el cartagueño General José Antonio Pinto, mediante el decreto No.
299 dispuso fundar la nueva población lo que el registro oficial No. 1157 del
26 de Octubre del mismo año, establece que se hizo efectivamente el 17 de
Septiembre en el sitio de Vuelta Larga, que para otrora todo el territorio de Puerto
Tejada era conocido como Monte Oscuro, jurisdicción del distrito de Caloto, Provincia
de Santander y como cuyo prefecto ejercía el General Eladio Rueda Vidal.
Entre las dignidades eclesiásticas
que concurrieron al acto se encontraban los presbíteros Alcides Falla, vicario
foráneo de la parroquia San Miguel Arcángel y el cura párroco de Caloto Ananías
Escobar, quienes oficiaron dos misas, la primera campal bajo una tolda en donde
hoy se erige el templo parroquial de la Inmaculada Concepción y la otra
eucaristía para bendecir el campo y los planos que contemplaban los linderos de
la nueva población, elaborados por el ingeniero Adriano Paz Vargas.
Ya desde 1909 se había organizado
debidamente el cementerio central católico y fue el presbítero Manuel Vicente
Cruz, quien abrió el libro de defunciones, siendo la primera partida la de don
Juan de Dios Chará, el 1 de Septiembre de ese año.
Como dato curioso e histórico se
registra que la primera partida asentada de bautismo corresponde a Aurelia Alegría
Viáfara el 21 de Enero de 1912 y el primer matrimonio el de los esposos
Bartolomé Mafla y Ana Joaquina Ortiz el 13 de febrero del mismo año con las
firmas del presbítero Jesús Escobar.
La parroquia de la Inmaculada
Concepción fue erigida oficialmente por decreto arquidiocesano en 1914,
respondiendo a la necesidad pastoral impuesta por el fuerte crecimiento de la
población.
La celebración del primer
centenario de vida cristiana católica en el marco de la solemnidad de la
Inmaculada Concepción ha brindado la ocasión de repasar estos cien años de la
historia de la fe cristiana y de la ciudad de Puerto Tejada, avivando en los
actuales feligreses la conciencia de comunidad y de responsabilidad en el
futuro de su vida sacramental y misión evangelizadora.
Muchos acontecimientos marcaron
la historia de los cien últimos años. Miles de feligreses recibieron aquí el
bautismo, el sacramento del perdón y el pan eucarístico que fortaleció sus
vidas en Cristo y en la comunión de la Iglesia. Bajo la enseñanza del evangelio
la Iglesia Católica en torno al altar en remodelación se ha celebrado la muerte
de los seres queridos y ha bendecido a los esposos que comenzaban un nuevo
hogar. Aquí los niños comieron por vez primera el Cuerpo de Cristo y los
jóvenes recibieron la unción del Espíritu Santo.
Esta venerable edificación
ubicada en una esquina del Parque Principal de los Fundadores ha sido testigo
de los graves acontecimientos sociales, que conmovieron a Puerto Tejada y en el
2014 se le podrá celebrar su centenario como parroquia. En las últimas décadas
la vida eclesial ha dejado también aquí su huella con el fuerte cambio pastoral
de la Iglesia después del Concilio Vaticano II.
Muchos sacerdotes, párrocos y
vicarios parroquiales dejaron aquí sudores y fatigas en el servicio eclesial.
Muchos cristianos colaboraron en la catequesis, en la liturgia, en la junta
permanente pro semana santa y en la asistencia a los pobres. Sería imposible
recapitular en pocas palabras la historia íntima de la comunidad cristiana
católica que en su primer centenario ha venido sembrando el Evangelio entre los
portejadeños.
Las gentes de Puerto Tejada
recuerdan, por ejemplo, con particular afecto a Monseñor Gersaín Marín Molano y
aún, se oye hablar con encendidos elogios de este emérito sacerdote caloteño
quien durante casi 30 años fue párroco y dej huellas imborrables en favor de
población, construyendo obras como la remodelación del templo parroquial, los
centros educativos como la hoy Institución educativa San Pedro Claver y la
Concentración Sagrado Corazón de Jesús, la terminación de la cárcel del
circuito, la iniciación del Hospital local del Cincuentenario y la traída de la
energía de la entonces Central hidroeléctrica de Anchicayá y administrada por
las Empresas Municipales de Cali, estampando su firma junto a quien fuera representante
a la Cámara Natanael Díaz a nombre del Municipio de Puerto Tejada.
En los últimos cinco años la
parroquia ha experimentado un notable crecimiento, tanto en el número de los
feligreses, como en la maduración de su vida comunitaria, con la Junta
Parroquial y las muchas actividades que en ella confluyen, bajo la dirección
del actual párroco, sacerdote diocesano Ever Claudio Marín García, oriundo de
la población y quien adelanta notables obras de remodelación del templo
parroquial y el cementerio central.
La vida cristiana católica ha
florecido con múltiples acciones pastorales, emprendidas con celo misionero por
cuantos forman las pequeñas comunidades. Signo de esta colaboración ha sido la
última renovación del templo y la organización del presente centenario que hoy
bendice y reconoce la tarea pastoral, el señor arzobispo de Popayán, monseñor
Iván Antonio Marín López.
Lo más importante de una
parroquia es siempre, como bien sabemos, la comunidad de personas que en ella
tienen su hogar espiritual y desde el que se proyectan en el apostolado. La
comunidad católica de Puerto Tejada ha experimentado en estos cien años una
profunda transformación al ritmo del cambio socioeconómico y político operado
en la población nortecaucana.
El padre Ever Claudio Marín
García ha señalado que “la Iglesia vive en nuestro tiempo a la búsqueda de
nuevos caminos de una pastoral de evangelización que responda en su integridad
al mensaje de salvación de Cristo y al nuevo modelo social de nuestro tiempo.
La presente celebración centenaria de su
vida y presencia de la fe católica no puede contentarse con mirar al tiempo
pasado, sino que ha de ser ocasión de lanzarse hacia el futuro con renovada
esperanza en el Señor, que nos envía a ser heraldos de su Evangelio en la
sociedad contemporánea.”
La celebración del año de la fe
en nuestra diócesis, con motivo del primer centenario de la vida cristiana
católica en Puerto Tejada, es ocasión óptima para que descubramos la
importancia de la presencia espiritual de la Virgen en la Iglesia y el valor de
su testimonio de vida, que en nuestros días adquiere una relevante importancia.
Al respecto, el arzobispo de
Popayán, monseñor Iván Antonio Marín López, ha recalcado que “en este momento
en que la problemática social desafía a la evangelización para responder
adecuadamente a los efectos de la crisis que vivimos, reafirmamos nuestra
opción por el Reino de Dios, por Jesús como Camino, Verdad y Vida, y por una
Iglesia que crece en la fe, la esperanza y el amor en comunidad. Es una experiencia
en donde nos convertimos en discípulos-misioneros/as, comprometidos
profundamente con la transformación solidaria de nuestras relaciones y de la
sociedad. Es una experiencia para orientarnos en la nueva evangelización.”
El máximo jerarca de la Iglesia
Católica en el Cauca ha dicho también con ocasión de esta solemnidad de la
Inmaculada Concepción: “María vivió su fe con total entrega de sí misma a los
designios de Dios. Como una pequeña “esclava” estaba dispuesta a que en ella se
cumpliera la voluntad de Dios, poniéndose siempre al servicio de los que
necesitaban el auxilio de su Hijo, nuestro Salvador.”
Finalmente Monseñor Marín López
ha sostenido que “María vivió por esta actitud en continuo dinamismo creador de
vida religiosa, y ya gloriosa en el cielo, sigue ayudando a la Iglesia con
maternal solicitud. Ella nos ayudará a encontrar el nuevo camino de la Iglesia
en Puerto Tejada, conduciéndonos maternalmente a la vida auténtica de los que
hemos sido ungidos por el Espíritu para manifestar en nuestro tiempo las
maravillas del poder de Dios.”