miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿REPRENDES A TUS HIJOS?


JORGE ELIECER ORTIZ FERNANDEZ

Como en nuestro querido país pasa de todo, no podía faltar que el gran escándalo de la semana inmediatamente anterior y que estuvo a punto de opacar el anuncio de los nuevos diálogos de paz, fue el castigo que el señor diputado del departamento del Huila Orlando Ibagon propinó a su hija de 13 años, nada más y nada menos, por perder el año escolar y falsificar su firma.

Este tema me parece de la mayor importancia, salvo mejor concepto, si tenemos en cuenta en los escenarios que hoy día se mueven sus hijos, nuestros hijos, vuestros hijos, escenario lleno de violencia, sexo, consumo de licor, uso de sustancias psicoactivas, amigos de costumbres no muy santas, en fin, todo un panorama que nos llena de preocupación cuando los hijos salen fuera de casa a darse una “vuelta” para, des-estresarse, termino muy común que ha tomado carrera en todos los rincones del mundo.

Pues bien, hemos sabido que la reprimenda acompañada con unos cuantos “correazos”, está a punto de cobrarle hasta la curul al honorable diputado cuando el presidente del Partido Liberal ha decidido terciar, pero para sancionar al señor Ibagon; de igual manera el ICBF participa tomando en custodia a la niña hasta tanto las autoridades asuman el papel que les corresponda en materia de maltrato infantil.

Sobre este tema, considero, y es mi punto de vista, como dice el refrán, “ni tanto que alumbre al santo, ni mucho que no lo queme”; recuerdo en épocas pretéritas cuando los “viejos” revestidos de la madurez y de la manera en que fueron formados por sus padres, es decir nuestros abuelos, tenían como regla general, sostener en una mano el pan y en otra el elemento que servía para corregir la actuación indebida de los hijos, con su proceder, le entregaron a la sociedad personas de bien, revestidas de criterio, respeto a sus semejantes y ante todo conductas de rectitud en todos los escenarios de la vida.

Hoy no, ¡ay! del padre que se atreva siquiera a levantar la voz a uno de sus hijos y mucho menos, como dicen los abuelos “a sacudirles el polvo de los pantalones”, pues más temprano que tarde, esos padres, pronto estarán ante el psicólogo del Colegio recibiendo cátedra de cómo es que debe criar a sus hijos en este mundo congestionado y lleno de ejemplos perversos para las nuevas generaciones.

En fin, es un tema que ocupa la atención de medios, ¿hasta cuándo?, no lo sé, mientras tanto, desde la distancia agradezco a todos los padres de familia por la forma y los medios que utilizaron para mostrarnos la realidad de la vida y a respetar a nuestros semejantes, hoy sonreímos cuando recordamos la infinidad de anécdotas que deben de existir huyendo al castigo que seguramente lo teníamos merecido, sonreímos sí, porque eso nos permite a no estar en otro panorama, detrás de rejas escuchando el sollozo de nuestros padres manifestando, hijo discúlpanos porque no tuvimos la suficiente autoridad para hacer de ti un hombre de bien.

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