El país entero ha disfrutado de
un futbol majestuoso, desarrollado por parte del seleccionado colombiano, debo
confesar en honor a la verdad, que me preocupaba mucho en el previo al partido
y más cuando se confirmó la alineación titular, que Colombia fuese a hacer un
papelón, por no tomar los recaudos necesarios en cuanto a marca se refiere, he
advertido a lo largo de mis escritos sobre el combinado patrio de las
capacidades técnicas de los jugadores pero también he dicho que estamos jugando
con pocos hombres cuya principal vocación sea la recuperación del esférico;
pero hoy el equipo le ha tapado la boca a quienes pensamos así, con una alta
cuota de sacrificio, de lucha, de garra y aplicación táctica, toca hacer
silencio ante unos verdaderos profesionales del futbol.
El inicio del juego es muy bueno
y para no repetir conceptos, generalizo diciendo que, hicimos una presión alta,
para recuperar la bola lo más cerca al arco chileno, con mucha solidaridad en los
apoyos y relevos defensivos además el extraordinario juego en tarea táctica
desarrollado por Teo, Macnelly, James y Falcao. Es de anotar que cuando el ‘pressing’
es alto se corren riesgos, te pueden ganar la espalda o un contra-ataque feroz
como el que intentaron en varias ocasiones los hombres de la estrella
solitaria, no obstante Pekerman le recordó a Borghi que el maestro es él y le
dio un repaso táctico contundente donde Colombia le pasó por encima al conjunto
local y donde solo hizo falta el pase final para ratificar la superioridad del
primer acto. Terminamos perdiendo el primer tiempo con un gol de otro juego,
anotado por Matías Fernández aprovechando un error de Valencia quien quiso
salir jugando pierde la pelota, todos se quedan esperando una falta que no se
sancionó y termina en ese remate cruzado que vence la resistencia del arquero
colombiano quien poco pudo hacer ante una muy buena pegada del diez rojo.
En el segundo tiempo, de entrada,
cuando el equipo había terminado jugando bien aparece José Néstor Pekerman para
justificar la plata (bastante) que gana y sorprende a todos los colombianos que
estábamos viendo el juego con aquel cambio de Cuadrado por Yepes. Los que más o
menos entendemos esto, sabíamos que era casi que desbaratar la estructura y que
a pesar de tener un hombre de mas, el riesgo se tornaba mayúsculo, “a Santa
Rosa o al charco”; los primeros minutos costó, pero con el correr del
cronómetro el equipo tomó el ritmo y el control del juego; a los doce minutos
ya teníamos 4 opciones claras de gol y empezaba a querer ser figura Claudio Bravo.
Colombia era una tromba encima de
Chile abriendo la cancha aprovechando los dotes maestros de Cuadrado y Zúñiga
sobre derecha, de ahí la falta que deriva en un golazo de tiro libre convertido
por James, impecable con borde interno a la raíz del palo de la mano izquierda
del arquero chileno y eso le dio justicia al juego porque no merecíamos ir
perdiendo.
En el ambiente estaba la
sensación de que podíamos ir por mas y así lo olfateó nuestro técnico que sin
pensarlo mandó a la cancha a Aldo Ramírez quien se acopló rápido al circuito y
le metió un pase entre líneas espectacular a un “Tigre” que había avisado de
cabeza en tres ocasiones anteriores esta vez, definió como él sabe hacerlo para
darle el segundo tanto que nos ponía victoriosos.
Cuando nos acomodábamos después
de la celebración por el gran gol de Falcao, otra vez se hizo presente nuestro
único jugador de talla mundial para bajar una pelota de cabeza a “Teo”, hacer
una pared enganchar y dejar mano a mano a Teófilo, con el arquero de Chile, el
cual en su máxima dimensión goleadora selló un triunfo que nos acerca más al
objetivo de volver a una cita incumplida en las últimas tres eliminatorias con
los mundiales de futbol; y hasta ahí quedó claro que llegábamos a “Santa Rosa”.
La conclusión es sencilla: el
equipo colombiano está jugando muy bien al futbol y demostrando la mano del
técnico argentino, quien es arriesgado, conoce sus jugadores, convoca
futbolistas en otrora no tenidos en cuenta, pone a correr al grupo, ha
incorporado el ‘chip’ de solidaridad, menos egoísmo y mas sacrificio a los
jugadores lo cual nos deja tranquilos en esta ocasión porque ratifica que es un
estratega.
No sería justo destacar una
figura individual porque hoy desde Pekerman hasta el último de los jugadores
que actuó fueron uno solo todos en un nivel superlativo lo cual nos da una
victoria jugando muy bien con y sin la pelota además una contundencia poco
acostumbrada, siete goles en dos partidos; le quitamos a Chile un invicto de
nueve juegos como locales y 345 minutos sin goles en contra en casa.
Tenemos razones para soñar con
estar en el Mundial porque ganamos, jugamos bien y gustamos. Brillante partido
y eso era lo que necesitábamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario