martes, 11 de septiembre de 2012

Colombia con Pekerman de figura, le gana a Chile.

Jeison Stiven Molina

El país entero ha disfrutado de un futbol majestuoso, desarrollado por parte del seleccionado colombiano, debo confesar en honor a la verdad, que me preocupaba mucho en el previo al partido y más cuando se confirmó la alineación titular, que Colombia fuese a hacer un papelón, por no tomar los recaudos necesarios en cuanto a marca se refiere, he advertido a lo largo de mis escritos sobre el combinado patrio de las capacidades técnicas de los jugadores pero también he dicho que estamos jugando con pocos hombres cuya principal vocación sea la recuperación del esférico; pero hoy el equipo le ha tapado la boca a quienes pensamos así, con una alta cuota de sacrificio, de lucha, de garra y aplicación táctica, toca hacer silencio ante unos verdaderos profesionales del futbol.

El inicio del juego es muy bueno y para no repetir conceptos, generalizo diciendo que, hicimos una presión alta, para recuperar la bola lo más cerca al arco chileno, con mucha solidaridad en los apoyos y relevos defensivos además el extraordinario juego en tarea táctica desarrollado por Teo, Macnelly, James y Falcao. Es de anotar que cuando el ‘pressing’ es alto se corren riesgos, te pueden ganar la espalda o un contra-ataque feroz como el que intentaron en varias ocasiones los hombres de la estrella solitaria, no obstante Pekerman le recordó a Borghi que el maestro es él y le dio un repaso táctico contundente donde Colombia le pasó por encima al conjunto local y donde solo hizo falta el pase final para ratificar la superioridad del primer acto. Terminamos perdiendo el primer tiempo con un gol de otro juego, anotado por Matías Fernández aprovechando un error de Valencia quien quiso salir jugando pierde la pelota, todos se quedan esperando una falta que no se sancionó y termina en ese remate cruzado que vence la resistencia del arquero colombiano quien poco pudo hacer ante una muy buena pegada del diez rojo.

En el segundo tiempo, de entrada, cuando el equipo había terminado jugando bien aparece José Néstor Pekerman para justificar la plata (bastante) que gana y sorprende a todos los colombianos que estábamos viendo el juego con aquel cambio de Cuadrado por Yepes. Los que más o menos entendemos esto, sabíamos que era casi que desbaratar la estructura y que a pesar de tener un hombre de mas, el riesgo se tornaba mayúsculo, “a Santa Rosa o al charco”; los primeros minutos costó, pero con el correr del cronómetro el equipo tomó el ritmo y el control del juego; a los doce minutos ya teníamos 4 opciones claras de gol y empezaba a querer ser figura Claudio Bravo.

Colombia era una tromba encima de Chile abriendo la cancha aprovechando los dotes maestros de Cuadrado y Zúñiga sobre derecha, de ahí la falta que deriva en un golazo de tiro libre convertido por James, impecable con borde interno a la raíz del palo de la mano izquierda del arquero chileno y eso le dio justicia al juego porque no merecíamos ir perdiendo.


En el ambiente estaba la sensación de que podíamos ir por mas y así lo olfateó nuestro técnico que sin pensarlo mandó a la cancha a Aldo Ramírez quien se acopló rápido al circuito y le metió un pase entre líneas espectacular a un “Tigre” que había avisado de cabeza en tres ocasiones anteriores esta vez, definió como él sabe hacerlo para darle el segundo tanto que nos ponía victoriosos.

Cuando nos acomodábamos después de la celebración por el gran gol de Falcao, otra vez se hizo presente nuestro único jugador de talla mundial para bajar una pelota de cabeza a “Teo”, hacer una pared enganchar y dejar mano a mano a Teófilo, con el arquero de Chile, el cual en su máxima dimensión goleadora selló un triunfo que nos acerca más al objetivo de volver a una cita incumplida en las últimas tres eliminatorias con los mundiales de futbol; y hasta ahí quedó claro que llegábamos a “Santa Rosa”.


La conclusión es sencilla: el equipo colombiano está jugando muy bien al futbol y demostrando la mano del técnico argentino, quien es arriesgado, conoce sus jugadores, convoca futbolistas en otrora no tenidos en cuenta, pone a correr al grupo, ha incorporado el ‘chip’ de solidaridad, menos egoísmo y mas sacrificio a los jugadores lo cual nos deja tranquilos en esta ocasión porque ratifica que es un estratega.

No sería justo destacar una figura individual porque hoy desde Pekerman hasta el último de los jugadores que actuó fueron uno solo todos en un nivel superlativo lo cual nos da una victoria jugando muy bien con y sin la pelota además una contundencia poco acostumbrada, siete goles en dos partidos; le quitamos a Chile un invicto de nueve juegos como locales y 345 minutos sin goles en contra en casa.

Tenemos razones para soñar con estar en el Mundial porque ganamos, jugamos bien y gustamos. Brillante partido y eso era lo que necesitábamos.

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