Por Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca
La romería en honor de la niña
María de Caloto, se celebra todos los años el 8 de septiembre. Miles de fieles
acuden con verdadera devoción mariana. Este año se espera la participación de
una numerosa asistencia de peregrinos llegados desde diferentes lugares del
suroccidente colombiano, quienes vibrarán con los actos programados en la
solemne fiesta de la Niña María, dentro del contexto de la fiesta litúrgica de
la Natividad de la Virgen.
La venerada imagen de la Niña
María preside el altar mayor del templo de San Esteban de Caloto desde los
tiempos de la colonia. Se trata de una de las imágenes sevillanas traídas a
Colombia en la primera mitad del siglo XVI y representaba a Nuestra Señora del
Rosario del Triunfo, bajo cuya protección fue puesta la ciudad de Buga en 1560.
Después, fue traslada por el
Capitán Domingo Lozano (hijo), al fundar la ciudad de San Vicente de Ferrer de
los Paeces o Caloto Viejo, en 1563.
La historia de esta imagen de 67
cms de altura relata que inicialmente portaba sobre su brazo izquierdo un niño,
mientras que en la mano derecha llevaba un rosario.
Hasta el año de 1795 se le
conocía con el nombre de Nuestra Señora del Rosario. En ese mismo año, el
Obispo de Popayán, Monseñor Velarde y Bustamante, ordenó vestir de otro modo la
imagen y desde esa época empezó a hablarse de "La Niña María" en la
forma como se le conoce hoy.
La imagen fue coronada
canónicamente el 8 de septiembre de 1954 por el entonces Arzobispo de Popayán,
Monseñor Diego María Gómez Tamayo, en ceremonia celebrada en Caloto.
Esta fiesta, donde la fe y
devoción tienen su máxima expresión, es una de las más importantes en el
departamento del Cauca debido a la gran cantidad de fieles que llegan
agradecidos a cumplir sus promesas por los favores recibidos de esta advocación
mariana.
Los favores atribuidos a la Niña
María de Caloto son muchos, “yo le he pedido que me ayude con una hija que
tenía enferma, y gracias a su intercesión ya mi hija está saludable, cuando
creíamos que no la rescataríamos”, asegura Amanda Corrales, una feligrés que
desde Puerto Tejada, viajará a la Ciudad Confederada para cumplir con su
promesa.
Este sábado, desde tempranas
horas, todos los caminos conducen a Caloto. Los fieles devotos tendrán la
oportunidad de participar en los distintos actos litúrgicos organizados por la
Arquidiócesis de Popayán y las autoridades locales, con el acompañamiento del Seminario
Mayor San José de Popayán, la guardia indígena y las distintas instituciones
cívicas, educativas, de salvamento y socorro de la ciudad.
Ya sea para pagar promesas, por
práctica familiar o para rendir tributo, miles de feligreses llevan a cabo en
Caloto la peregrinación en honor a la Niña María, hábito que este sábado 8 de
septiembre cumple 469 años de tradición.
Los santuarios marianos por su
naturaleza constituyen la máxima expresión de piedad y recogimiento. Es allí verdaderamente
donde el hombre experimenta la grandeza de Dios; por esto invitamos a todos los
caucanos, desde PROCLAMA, a participar de las fiestas patronales en honor de la
Niña María de Caloto, protectora y patrona de esta acogedora ciudad
Nortecaucana.
Las plegarias y visita al templo
de la Niña María de Caloto son como "hitos que orientan el caminar de los
hijos de Dios por este mundo hacia la casa del Padre", nos explica el
padre Diocesano Diego Armando Tejada.
Sin negar el sentido específico
de los motivos particulares que tienen los devotos de esta advocación mariana, sostiene
Monseñor Iván Antonio Marín López, arzobispo de Popayán, “La peregrinación a la
Niña María de Caloto, posee un alma humana y cristiana. Cuando queda debilitada
o desaparece esta alma, la peregrinación pierde su significado y su llamada a
despertar o desperezar el espíritu, su capacidad fraternizadora de hombres y de
pueblos. Sin alma el camino se hace inerte.”
El templo de la Niña María de Caloto
ha sido querido por siempre y en todas sus celebraciones signos de amor a la
madre Dios, su irrupción en la historia de esta región ha demostrado con los años
que las personas devotas acuden con una disposición abierta al encuentro con
Dios desde su sencillez, desde sus tradiciones y desde su formación cristiana.
De esta forma, la romería por la
Niña María de Caloto se convierte en una antena permanente de la Buena Nueva de
nuestra salvación para muchas gentes que acuden a ella por diversas
motivaciones y siempre con un alma religiosa y creyente.
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