INFORME ESPECIAL
POR LIC. JAVIER ENRIQUE DORADO MEDINA
Correo electrónico: jaendor70@hotmail.com
Cuando los educadores conscientes de la problemática educativa colombiana y caucana, decidimos realizar jornadas de protesta en las calles colombianas para reclamar nuestros derechos, como las realizadas últimamente los días 4 y 5 de septiembre del presente año, teniendo en cuenta las convocatorias de la FECODE (Federación Colombiana de Educadores), ASOINCA (Asociación de Institutores del Cauca) y SUTEC (Sindicato unitario de trabajadores de la educación del Cauca ), no lo hacemos por puro capricho personal o por “capar clases”, como dicen algunos por allí, o como dicen otros, “por ir a las calles a hacer caminatas o hacer ejercicios físicos”, no señores, lo hacemos por la dignificación de las condiciones laborales y sociales de todos los educadores colombianos, un sector siempre olvidado por los gobiernos de turno, siendo el más importante y vital , porque es nada más ni nada menos, que el forjador de los estudiantes colombianos, en sus diferentes niveles, desde pre-escolar hasta el universitario.
Y es que todos los Ministros de Educación que han ocupado esos cargos, siempre se han distinguido por lanzar olímpicamente campañas, planes y proyectos de gran envergadura, incluso hasta de otros países, sin tener en cuenta nuestra propia identidad y quieren ser recordados por esas actividades, pero nunca se acuerdan del bienestar personal de los educadores, de sus familias, de sus deseos de avanzar intelectualmente, pues siempre debemos pagar, por ejemplo, de nuestro propio bolsillo, una licenciatura, una especialización, una maestría.
Ya entrando en materia, para la ilustración de nuestros amables lectores, hacemos un resumen de las exigencias por las cuales hicimos las jornadas sindicales del 4 y 5 de septiembre:
-Reconocimiento y pago directo de la Prima de Servicios y demás bonificaciones otorgadas por la Ley 91 de 1989, conculcadas por más de 20 años, las cuales han sido reconocidas por el Consejo de Estado, Tribunales de lo Contencioso Administrativo y jueces de la República.
-Pago de la deuda prestacional (50 billones de pesos), de parte del Gobierno con el Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio. Para el Cauca son más de $20.000 millones.
-Unificación del Estatuto Docente (en la actualidad existen dos, siendo esta decisión ministerial, un capricho por darse ínfulas mediáticas).
-Correctivos al pésimo servicio de salud (un problema nacional insoluble).
-Cumplimiento a los acuerdos suscritos el año anterior (en junio) y en el 2009 (mayo).
-Derogatoria de la Directiva Ministerial 02 de enero de 2012, la cual desconoce la autonomía institucional e incrementa la asignación de los docentes (vuelvo y repito, para estas decisiones sí nos tienen en cuenta, pero nunca hacen algo para nuestro beneficio, todo lo conseguido hasta ahora ha sido por nuestras luchas sindicales).
-Establecimiento de un número máximo de estudiantes por curso, 25 en primaria y 30 en secundaria en el sector urbano.
Ahora que se comenta tanto de la paz, sería bueno que el Presidente Santos y su Ministra María Fernanda Campo, volvieran sus miradas al sector educativo y de una vez por todas, resolvieran esas justas peticiones, sabiendo que la educación como actividad promotora de paz, es el motor de la verdadera revolución democrática que nuestra patria necesita. Mientras tanto, seguiremos en la lucha, como dice la consigna: “por la defensa de la dignidad de la profesión docente… UNIDAD, ORGANIZACIÓN Y LUCHA”.
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