Por: Yamil Orlando Mendoza Chacón.
El término ‘extensión rural’ es algo que encontramos en todas las
políticas agropecuarias referenciadas por los diferentes gobiernos de turno, e
incluso, en la misión de las entidades estatales que tienen que ver con el
sector agropecuario para el acompañamiento y mejoramiento de la calidad de vida
del sector rural; pero con una desafortunada aplicación del espíritu de este
programa por parte de los tecnócratas encargados de llevar a cabo esta labor,
quienes desde las capitales se enorgullecen de presentar grandes proyectos “planes
de desarrollo rural”, para subsanar las irregularidades que se presentan en
este sector, cometiendo además el gran error de tratar de implementar sus
ideas, sin tener en cuenta a esa gran población campesina, que en realidad es
la que conoce sus necesidades.
Es así como se olvidan de realizar una planeación participativa en
la cual se señalen acciones y proyectos prioritarios por cadena productiva, que
salgan de una manifestación comunal que esté pensando en términos de
capitalización y no en términos de subsistencia. Esta información debe de salir
de la base de la pirámide hacia la cúspide para que, de acuerdo con los
diferentes apoyos de inversión del estado, las entidades gubernamentales
canalicen los programas y los hagan extensivos a la comunidad dejando de un
lado la idea de la supervivencia para pasar al mejoramiento de la calidad de
vida. Considero que los pasos a seguir serían: .- consulta – priorización-financiación-ejecución.
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