Por: Santiago
Zambrano Simmonds
No
tengo duda de la buena intención del Gobernador en tratar de propiciar la paz
de Colombia a través del Cauca, como también la de mejorar las condiciones de
vida del pueblo Nasa, sin embargo creo que ofrecer nuestro departamento para
diálogos de paz sin siquiera consultar los diferentes sectores del departamento
es precoz y hasta perjudicial, porque aquí además de un conflicto armado hay un
grave conflicto social.
Para
sentarse a dialogar primero debe haber hechos y gestos de paz, además del
conocimiento sobre la voluntad de las partes. Me explico:
De un
eventual acuerdo de paz lo más probable es que implique una nueva
constituyente. ¿Estará el Gobierno Nacional dispuesto a hacerla?, ¿Hay la
voluntad de revisar el inequitativo modelo económico, que con seguridad va a
ser una de las propuestas de la guerrilla?, ¿Será que el gobierno nacional
modificará la política antidrogas, que es la agenda más importante en materia
de seguridad que tiene el país, porque sino simplemente cambiaríamos la
guerrilla por más bacrim?, ahora bien, ¿qué gestos de paz ha hecho el
gobierno?, ¿Ha reparado las víctimas rápidamente?; ¿Ha sacado los cuarteles de
en medio de la población?, ¿Ha generado procesos de trasparencia en la
adjudicación de la dotación de las Fuerzas Militares?
Me
pregunto: ¿Qué ha hecho la guerrilla aparte de demostraciones de crueldad y
sevicia en contra de la población civil?, ¿Acaso no han sitiado éste
departamento que tiene una de las más altas tasas de desempleo como escenario
para hacer sus demostraciones de fuerza y bestialidad?, ¿Será que están
dispuestos a dejar de secuestrar, y de reclutar menores de edad?, ¿Será que
dejarán de traficar drogas?
En
cambio durante muchos años los caucanos han tenido gestos de paz, lo hicieron
durante la reforma agraria, en otros procesos de paz y lo siguen haciendo hoy
mediante un fluido libre comercio entre las etnias sin que hasta ahora nadie
haya pretendido boicotearlo, sin embargo se debe reconocer que nos falta más
esfuerzo, como por ejemplo preguntarnos: ¿Estamos preparados para sentarnos todos
a hablar de tierras?, ¿Qué hemos hecho para fortalecer nuestra heterogénea
sociedad a través de asociaciones, ligas, federaciones de tal manera que nos
visibilicen en caso de un eventual diálogo de paz? ¿Será que por ejemplo, los
Nasa además de caminatas, tendrán un gesto de paz como para erradicar
unilateralmente los cultivos ilícitos que son uno de los mayores detonadores de
violencia en el país?
Sin tener
respuesta a todos esos interrogantes, es prematuro ofrecer el territorio del
Cauca. La opinión pública sabe que así como fracasó el proceso de paz con el despeje
de Pastrana, también fracasó la represión militar de Uribe porque seamos claros,
para los que la creían moribunda y por más desaciertos que se hayan tenido en
dos años, una guerrilla no renace con tanta fuerza en tan corto tiempo.
Para
hablar de paz, no hay necesidad de despeje, simplemente se necesita voluntad y tener
determinada la capacidad de negociación. El escenario es lo de menos, puede ser
Popayán otorgándole un permiso especial a los negociadores y para los que creen
que las conversaciones deben hacerse con grandes comisiones existe la ayuda de
la informática mediante videoconferencias, generando un portal para la paz, cuyo
servidor podría estar en custodia de la ONU para que ninguna inteligencia
militar pueda rastrear los accesos.
Decíamos
en campaña: la guerra se pierde o se gana
en el Cauca pero esta vez nuestra tierra debe jugar un papel preponderante
y no ser simples espectadores que se prestan para continuar siendo el
laboratorio social de éste país a costa de nuestra convivencia y prosperidad.
Ofrecernos sin gestos de paz y sin siquiera saber lo que esperan los actores es
riesgoso además da la impresión que el gobernador tuviera una personalidad sosia
con la del Presidente Pastrana y eso genera temor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario