lunes, 13 de agosto de 2012

¿SERÁN SOSIAS?


Por: Santiago Zambrano Simmonds

No tengo duda de la buena intención del Gobernador en tratar de propiciar la paz de Colombia a través del Cauca, como también la de mejorar las condiciones de vida del pueblo Nasa, sin embargo creo que ofrecer nuestro departamento para diálogos de paz sin siquiera consultar los diferentes sectores del departamento es precoz y hasta perjudicial, porque aquí además de un conflicto armado hay un grave conflicto social.

Para sentarse a dialogar primero debe haber hechos y gestos de paz, además del conocimiento sobre la voluntad de las partes. Me explico:

De un eventual acuerdo de paz lo más probable es que implique una nueva constituyente. ¿Estará el Gobierno Nacional dispuesto a hacerla?, ¿Hay la voluntad de revisar el inequitativo modelo económico, que con seguridad va a ser una de las propuestas de la guerrilla?, ¿Será que el gobierno nacional modificará la política antidrogas, que es la agenda más importante en materia de seguridad que tiene el país, porque sino simplemente cambiaríamos la guerrilla por más bacrim?, ahora bien, ¿qué gestos de paz ha hecho el gobierno?, ¿Ha reparado las víctimas rápidamente?; ¿Ha sacado los cuarteles de en medio de la población?, ¿Ha generado procesos de trasparencia en la adjudicación de la dotación de las Fuerzas Militares?

Me pregunto: ¿Qué ha hecho la guerrilla aparte de demostraciones de crueldad y sevicia en contra de la población civil?, ¿Acaso no han sitiado éste departamento que tiene una de las más altas tasas de desempleo como escenario para hacer sus demostraciones de fuerza y bestialidad?, ¿Será que están dispuestos a dejar de secuestrar, y de reclutar menores de edad?, ¿Será que dejarán de traficar drogas?

En cambio durante muchos años los caucanos han tenido gestos de paz, lo hicieron durante la reforma agraria, en otros procesos de paz y lo siguen haciendo hoy mediante un fluido libre comercio entre las etnias sin que hasta ahora nadie haya pretendido boicotearlo, sin embargo se debe reconocer que nos falta más esfuerzo, como por ejemplo preguntarnos: ¿Estamos preparados para sentarnos todos a hablar de tierras?, ¿Qué hemos hecho para fortalecer nuestra heterogénea sociedad a través de asociaciones, ligas, federaciones de tal manera que nos visibilicen en caso de un eventual diálogo de paz? ¿Será que por ejemplo, los Nasa además de caminatas, tendrán un gesto de paz como para erradicar unilateralmente los cultivos ilícitos que son uno de los mayores detonadores de violencia en el país?

Sin tener respuesta a todos esos interrogantes, es prematuro ofrecer el territorio del Cauca. La opinión pública sabe que así como fracasó el proceso de paz con el despeje de Pastrana, también fracasó la represión militar de Uribe porque seamos claros, para los que la creían moribunda y por más desaciertos que se hayan tenido en dos años, una guerrilla no renace con tanta fuerza en tan corto tiempo.

Para hablar de paz, no hay necesidad de despeje, simplemente se necesita voluntad y tener determinada la capacidad de negociación. El escenario es lo de menos, puede ser Popayán otorgándole un permiso especial a los negociadores y para los que creen que las conversaciones deben hacerse con grandes comisiones existe la ayuda de la informática mediante videoconferencias, generando un portal para la paz, cuyo servidor podría estar en custodia de la ONU para que ninguna inteligencia militar pueda rastrear los accesos.

Decíamos en campaña: la guerra se pierde o se gana en el Cauca pero esta vez nuestra tierra debe jugar un papel preponderante y no ser simples espectadores que se prestan para continuar siendo el laboratorio social de éste país a costa de nuestra convivencia y prosperidad. Ofrecernos sin gestos de paz y sin siquiera saber lo que esperan los actores es riesgoso además da la impresión que el gobernador tuviera una personalidad sosia con la del Presidente Pastrana y eso genera temor.

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