Reinel Gutiérrez
Es hora de resaltar la meritoria labor de los congresistas del Cauca, que durante años de arduo trabajo, de manera injusta han sido vilipendiados y ofendidos en su dignidad, investidura y honorabilidad.
Seguramente los opositores, o gente resentida se ocupan de criticarlos abiertamente, sin percatarse el lado bueno que ellos tienen.
Durante largo tiempo, varios de ellos se han sostenido como congresistas, y gracias a su talento y virtudes consiguen la reelección, para bien propio.
Es injusto que a los honorables parlamentarios de la región, no se les reconozca su trabajo, y menos que se les exija cosas que ellos no pueden. Son seres humanos como todos los demás, por lo tanto si un error han cometido, no solo tiene que ser perdonado, sino olvidado.
Los representantes a la Cámara, y senadores son brillantes por la gran habilidad para forjar esperanzas, entre los habitantes de este departamento. Se necesita mucha inteligencia para crear ilusiones, y con ellas adormecer a la gente por años y años. Es de reconocer la capacidad inacabable de estos señores para mover los sentimientos de las personas que sufren los problemas, y motivarlas a votar.
Es de admirar en ellos la oratoria para poder mantener el entusiasmo, y que los habitantes del Cauca olviden el pasado y vivan el presente.
No es que ellos no tengan cualidades, si las tienen, como el gran poder de convicción para convocar la voluntad ciudadana para que cumpla con el sagrado derecho del sufragio.
Poseen las condiciones para motivar mediante sugestiva publicidad, lemas que impactan, frases que hacen vibrar, y los "vivas" al partido que desgarran grandes emociones.
En conclusión, no hay que criticarlos, por el contrario se les admira el arte de hacer política, la genialidad para seducir a las masas, y la argucia para sostenerse en la curul. Tenemos entonces, a unos excelentes congresistas, de gran inteligencia, de buena formación académica y dedicación permanente a esa gran empresa de crear expectativas.
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