LA BAJA IMAGEN DE SANTOS
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano
Ha habido toda una conmoción interior por las cifras que Datexco y de Colombia Opina han divulgado desde la encuesta sobre la imagen del Presidente Juan Manuel Santos.
Su gabinete, en principio, por medio de su Mininterior, el exjoven Carrillo ha dicho que el gobierno sigue gobernando. Es un decir. Porque comienzan a moverse las carteras con nerviosismo. Y es bueno que la opinión conozca lo que hacen los Ministros, como sucedió con los ministros de Agricultura, Salud y del Interior en el gobierno pasado.
Con la creación de las visibles y multitudinarias Agencias paralelas a cada uno de ellos se ha cubierto con un manto de sigilo a las actuaciones de sus encargados. Las Agencias, están creadas para eso. Para no dejar ver la inactividad de los ministerios. Y la ciudadanía observa, entonces, lo que hacen y deshacen las tales agencias. Parece que fuera un desperdicio nombrar a un ministro y gastar el presupuesto inoficiosamente, con detrimento para el fisco.
Ya el Minambiente no aparece directamente en los medios ejerciendo sus funciones. Lo hace la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales. Y cuando aparece un entuerto sobre un páramo, una playa, una mina o una hidroeléctrica, es esa Agencia la que pone la cara. Y a ella se le adjudican las responsabilidades. Se le cubre la espalda al que está nombrado para ejercer esas funciones. Queda a salvo su pellejo y va pasando de agache. Como lo ha reiterado la gran prensa, hay ministros que apenas están calentando el puesto.
Así pasa con Minminas y sus Agencia Nacional de Hidrocarburos* y Agencia Nacional de Minería, con Minobras y Transporte, con la Agencia Nacional de Infraestructura, carteras en las que ha habido recambios continuos por fallas y renuncias. Y siguen, con siglas muy sonoras, la Agencia Colombiana para la Reintegración, la Agencia Nacional del Espectro, Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema, Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, Agencia Nacional de Televisión, Agencia Nacional de Contratación Pública, Agencia Nacional para la Prosperidad Social y hasta hay una Agencia Nacional para la Promoción de la Educación Superior Francesa en el Exterior. En solitario se ve corriendo al Minagricultura para recuperar tierras, tras el Incoder, otro elefante blanco.
Mientras tanto el presidente luce intacto, a pesar de su próstata, recibiendo a la Selección, a embajadores, a emires, y saliendo a la provincia a realizar anuncios de poca importancia.
Pero el país sigue sumido en el pasado. Con vías a medio hacer, con las primeras casas entregadas con fisuras y mal trajeadas, con los mares descuidados, con los ríos casi secos, con los páramos y playas ocupados por particulares y extranjeros, con las provincias desatendidas a pesar de las regalías. Con un país rico, explotado y hecho flecos por la mano de los inversionistas. Con una Salud enferma, unas extremas pensiones para los altos servidores públicos y un Congreso que legisla según su conveniencia. Y el país cada vez es más desigual. Es el indicador económico mundial que más se ha agravado en este gobierno.
Un 60 por ciento de la población está insatisfecho con Santos*. La popularidad ha bajado de los 80 a los 40 puntos. No es por culpa de su exConsejero de Comunicaciones, Juan Felipe Muñoz. Aunque muchos podrían decir que eso le conviene al Gallo viejo y sus amigos, los intentos del pasado dieron en las urnas al traste dos veces.
Santos tendrá que poner a buen recaudo su barba. Los descalabros no son solo de Petro. Resultados en Educación, Igualdad, Paz con la cara al frente, recorte en el gasto público, fuerte inversión en las provincias, pulcro manejo de sus instituciones subalternas y… mucho trabajo de Contraloría y Procuraduría para frenar la corrupción, la dilapidación del erario y los recursos naturales del Estado, podrán subir su ego. No le bastará contratar a J.J. Rendón.
20-02-13 11:05 a.m.
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