LA MINERÍA, LAS REGALÍAS:
¿HASTA CUÁNDO?
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano
Minería,
riqueza del subsuelo, recurso nacional, regalías, contratos leoninos, licencias
ambientales, títulos de explotación, consorcios temporales, expoliación de
nuestros recursos naturales, erosión, desplazamiento, cianuro, mercurio,
contaminación de ríos, invasión de los páramos y reservas naturales. Estas
palabras están en la jerga del gobierno, de los noticieros, del hombre de la
calle en estos días, pero solo se habla y la autoridad no actúa.
El
periodista Mauricio Gómez de CMI* ha hecho una serie de informes y ha recibido
un galardón por denunciar los problemas que se esconden detrás de más de 14.000
títulos mineros radicados y la asombrosa cantidad de hectáreas ocupadas y
destrozadas por quienes están extrayendo sin ningún control ambiental el oro,
el carbón, el ferroníquel, para no hablar de esa otra mina de dinero que es la
madera que está saliendo del país con licencias que se expiden con el nombre de
aprovechamientos forestales.
¿Para
qué nombran ministros de minas y petróleo, ministros del ambiente, gerentes de la
Agencia de hidrocarburos, la Agencia de recursos naturales? En estos días la
Contralora llamó inepto a uno de esos
gerentes de una de las Agencias que el actual gobierno ha creado.
¿Quién
calificará, quién llamará a juicio político a quienes se han quedado mudos o
han concedido licencias, permisos y títulos a quienes se presentan como
empresas multinacionales o consorcios nacionales temporales a cavar con
potentes retroexcavadoras, sin ton ni son, montes y cerros, sin tener en cuenta
a los pobladores y a las fuentes de sustento existentes como el agua, los
lagos, los páramos?
Las
imágenes hablan por sí solas. Desolación, devastación indiscriminada, orfandad,
nula infraestructura a cambio. ¿Cuánto estarán pagando en regalías por tamaño
daño, qué beneficio social a los pobladores se está ofreciendo? ¿Qué autoridad
vigila y controla los trabajos? ¿O todo consiste en dar un permiso, firmar un
convenio de amigos y váyanse tranquilos que ya todo está arreglado? ¿En dónde
están los interventores, o para estos contratos y licencias infames no hay
quién los vigile?
¿Qué
indemnización se va a cobrar a estas empresas bastante fantasmas legalmente
pero reales que están causando perjuicios sociales, económicos, ambientales, de
salud y trabajo a Colombia y los pobladores de esos sitios? Esa conducta no
puede quedar impune. Los ministros que voltearon la cara deben ser llamados a
responder al menos por negligencia.
Ya
el mapa nacional de Colombia no es el mismo. Ya el inventario de recursos
naturales no renovables está desapareciendo. ¿Hasta cuándo el gobierno, su
equipo, los alcaldes van a permitir que se despoje nuestra vegetación, flora,
fauna y se violen los humedales, los lechos de los ríos, las fuentes hídricas
subterráneas?
Mil
cien municipios con sus alcaldes y personeros, 450.000 militares, se persigue a
un enemigo a muerte que son las farc y se distrae con esto al pueblo. Y
mientras tanto ocurre otro crimen más grande que es socavar nuestro patrimonio,
despedazar nuestro territorio. ¿A cambio de qué se cierra la boca la autoridad
y no pone coto sobre este genocidio de nuestros bienes nacionales?
25-10-12 9:06 a.m.
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