Por: Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca
Con la llegada del Fuego
Deportivo y encendido del pebetero de los Juegos Nacionales a Popayán y
Santander de Quilichao, comienza arder de lleno el entusiasmo deportivo de los caucanos
de cara a estas justas y competencias en su XIX versión y III Paranacionales
“Carlos Lleras Restrepo” 2012.
Recordemos que en el departamento
del Cauca se disputarán 14 campeonatos en 12 disciplinas deportivas. En
Popayán: actividades subacuáticas, fútbol de salón masculino-femenino, ciclismo
de ruta, judo, voleibol masculino – femenino, levantamiento de pesas, polo
acuático, y squash. En Santander de Quilichao, atletismo, ciclo montañismo y triatlón
y en Timbío, bicicrós.
Cada cuatro años, los Juegos
Deportivos Nacionales atraen a miles de personas de diferentes regiones para
ver competiciones entre las personas más atléticas de Colombia.
Hoy en día, los Juegos Nacionales
se han convertido en un evento con importancia muy relevante y una
representación de la paz, la convivencia, fraternidad y la comunicación entre
los distintos departamentos.
Con tan creciente popularidad e
importancia, los juegos tienen un gran efecto en la ciudad anfitriona. Cuando
una ciudad es seleccionada para sede de los juegos, es un gran honor y una representación
del status nacional de la ciudad específica y es por ello que deben lucirse
para hacer quedar bien y poner en alto la tarea
encomendada.
El deporte competitivo en
Colombia, con todas sus dificultades y limitaciones presupuestales, se ha
convertido en unos de los fenómenos más importantes de las comunidades, un
elemento muy influyente en la cultura popular: moviliza energías, medios de
comunicación, mueve grandísimas cantidades de recursos para su organización y
realización, generando puestos de trabajo que directa o indirectamente dependen
de él.
Realizar los Juegos Deportivos Nacionales en tres ciudades caucanas deben
servirnos de algo. Al menos en la trasmisión de valores, pues su práctica
competitiva puede calar en la mente de los caucanos que el desarrollo de
valores personales y sociales, debe hacerse mediante un planteamiento que
considere las características y circunstancias de los participantes y
deportistas, las del contexto, y las de los agentes implicados en el mismo, de
forma que se generen unas directrices precisas que fomenten ese gran potencial que
atesora la práctica deportiva.
En consecuencia, definir los
Juegos Nacionales como una mera práctica física y deportiva resulta limitada y
muy lejos de la realidad. Otra cosa es que no sepamos aprovechar las ventajas
de celebrarlos y las inversiones en el mejoramiento y construcción de los nuevos escenarios que en buena hora, mejoraran
las condiciones para sus realizaciones y admiración como público expectante.
El deporte ha sido considerado
tradicionalmente un medio apropiado para conseguir valores de desarrollo
personal y social; afán de superación, integración, respeto a la persona,
tolerancia, acatación de reglas, perseverancia, trabajo en equipo, superación
de los límites, autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad, lealtad,
liderazgo dirigencial, etc. son cualidades deseables por todos y que se pueden
conseguir través estos Juegos Nacionales.
El deporte en el Cauca también puede
llegar a ser un fenómeno social con alta repercusión en los competidores y
aficionados, siempre asociado al sacrificio y éxito.
Tuve la oportunidad de escuchar
por Mil40 la transmisión radial de la llegada del pebetero de los Juegos
Nacionales y debo confesar que me emocioné orgullosamente como caucano por las
implicaciones que para nuestras gentes y la región tiene el paso majestuoso de
un símbolo tan diciente y motivador.
Actualmente las transmisiones
deportivas cada vez ocupan más espacio en las programaciones de los medios de
comunicación; han pasado de ser un pequeño espacio en la programación a ser
reclamada por la audiencia y los lectores, incrementando espacio y sintonía;
tal es así que incluso han hecho que surjan canales temáticos y que la práctica,
la totalidad de las cadenas privadas hayan creado su propio especializado en
deportes.
Los medios de comunicación son
nuestros primeros aliados y colaboradores en este propósito y ya están en ello
de hacer quedar bien a las ciudades anfitrionas de estas justas deportivas. Y
por ello hacemos un llamado desde PROCLAMA
para que las autoridades locales y el sector privado en los pocos días que
faltan como un testimonio de fe y optimismo hagan un esfuerzo especial y
patrocinen las trasmisiones y las informaciones sobre este certamen que de
alguna manera engrandecerá al Cauca.
Esta opción que tenemos con los
Juegos Nacionales, no está advirtiendo que el deporte es una actividad en
crecimiento, que se le debe colaborar en adelante sin mezquindades con una
organización estructurada y consolidada en la sociedad caucana, ya que es de
por sí una masa social muy importante, con impacto mediático en alza y una
imagen relevante.
De verdad es así, aunque lo mejor
es practicar el deporte que verlo hacer. El deporte nos ha demostrado también
que es un factor de integración social y conservación de la salud que genera la
adopción de muchos valores positivos para el mejoramiento de la calidad de vida
de las comunidades. Ojalá siempre incentivemos que es bueno jugar algún deporte
antes sentarnos a observar a nuestros ídolos competir en los grandes
escenarios.
Mientras se ajustan detalles
técnicos y organizativos de última hora, nuevamente reiteramos nuestros
agradecimientos a quienes de alguna manera contribuyeron a que estas obras,
gestiones y decisiones, permitirán que
Popayán, Santander de Quilichao y Timbío, sean las luces deportivas que brillen
ardientemente para los caucanos, a los alcaldes, dirigentes y congresistas, un
reconocimiento por sus incansables labores para la realización de estos Juegos
Nacionales. Al fin de cuentas, el deporte no construye el carácter. Lo revela.
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