Reinel Gutiérrez
La ciencia y la tecnología avanzan en forma vertiginosa, y el más
moderno aparato que se tenga en la casa de un momento a otro se vuelve obsoleto
porque lo remplaza el último que acaban de inventar. Si no, que lo digan esos
televisores antiguos que están por allí empolvados, los computadores lentos, máquinas
de una cosa y la otra, discos etc. El comercio está repleto de una cantidad de
aparatos, que muchos ignoran como se llaman. Nuestros padres no conocieron un
celular, un portátil, y la única memoria que ellos usaron era la del cerebro
que luego se les debilitó y no pudieron remplazarla. El correo no era
electrónico, sino el de la carta que el mensajero entregaba en la puerta tres
meses después de haber sido enviada por un familiar lejano. Ni la mamá o el
papá de antes "chateaba”, como lo hacen los padres de la nueva era. Con
todo esto hay lentitud, pues se hizo un ensayo en el mercado preguntando los
siguientes artículos: "reofre", "absa", "matén",
"nocón", y por último, una "getra", y no los hay. O están
atrasados los vendedores y comerciantes, o dichos aparatos tan necesarios,
todavía no los fabrican. Ustedes dirán qué tipo de objetos son esos, y es bueno
aclarar que es una diversión, un juego y entrecruce de letras que hacemos, pero
no tiene nada de raro que en poco tiempo ya estén a la venta nuevos elementos audiovisuales
que lleven esos nombres. La sociedad de consumo avanza, y con las nuevas
invenciones, también el lenguaje se modifica o se altera, sino que lo diga el
revoltijo actual entre español e inglés, que la gente hace cuando se trata de
computador y teléfono móvil.
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