domingo, 15 de julio de 2012

El Palo, un río que se resiste a morir


Por: Luís Barrera
Editor Proclama del Cauca

El aumento progresivo de la población y la utilización constante de detergentes, así como el manejo inapropiado de desechos domésticos e industriales, toneladas de basuras (papel, cajas de cartón, botellas, vidrios, etc.) son los grandes responsables de la contaminación del río El Palo.

Siendo la población, especialmente la de Puerto Tejada, la más afectada por la contaminación y en parte la culpable de este problema, no toma conciencia, o mejor dicho, ni se preocupa por las consecuencias que la contaminación trae sobre este importante afluente del río Cauca. Para el común de sus pobladores es más fácil dejar como culpable a las autoridades si en algún momento ocurre una desgracia o grave afectación ambiental.

El río El Palo nace en el páramo de Santo Domingo en el flanco occidental de la cordillera central al nororiente del departamento del Cauca y desemboca por la margen derecha del río Cauca en el sector llamado Bocas del Palo, aproximadamente a 100 km aguas abajo de la represa La Salvajina; recibe además la influencia directa e indirecta de los municipios de Toribio, Caloto, Guachené, Villarrica, Padilla, Puerto Tejada, y Corinto.

Una rápida visita a las zonas ribereñas del río y sus afluentes como Guengüe y La paila se puede constatar que las basuras y escombros tienen ‘inundadas’ las orillas de estos caudales. Las aguas lucen turbias y, en muchas ocasiones, desprenden olores nauseabundos, disimulando este daño solo en temporada de lluvias.


La comunidad dice que gente inescrupulosa arroja bultos de residuos de todo tipo a los cauces, sin que nadie les diga nada. También hay vertimientos tóxicos y de origen desconocido sobre este cuerpo de agua, el más importante de la región, siendo obviamente el más afectado. Sobre el río se observa a veces una densa capa de color marrón burbujeante, que puede verse, sin ser un experto, el alto grado de contaminación.

Con los problemas a los que nos enfrentamos actualmente, problemas de tipo político, económico, social y hasta cultural, dejamos de lado uno con el que tenemos contacto más cercano, el tema de la contaminación, de donde se surten nuestros acueductos; un problema que nosotros creamos e incrementamos de forma gradual todos los días.

Nadie, por ejemplo, entiende que a estas alturas no se haya integrado una mesa de concertación entre el gobierno nacional, el gobierno local y las fuerzas vivas de la ciudad, para establecer un plan de contingencia que garantice la prestación del servicio de recolección y disposición final de basuras y el manejo adecuado de la cuenca del río El Palo, que para muchos ya no es un río a su paso por Puerto Tejada, sino una cloaca.

Lo más preocupante es que el afluente es utilizado por centenares de lavanderas artesanales y navegado por esporádicos pescadores que habitan en cercanías a esta zona y que el 80% de la ciudad se abastece de estas aguas.

La contaminación de las fuentes de agua fue el principal problema ambiental en Colombia, según lo reveló el estudio ‘Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente’ que realiza la Contraloría General de la Nación cada año.

El problema del río El Palo radica en una verdadera falta de gestión efectiva para la protección de la cuenca, un tema que involucra a entidades como la CRC, las administraciones locales y el sector privado de la zona y que exige un trabajo conjunto y articulado entre los diferentes beneficiarios.

El río La Paila, que nace en la cuchilla de la Gallinaza, sobre el flanco occidental de la cordillera central, al nororiente del departamento del Cauca, es uno de los principales afluentes del río El Palo al que entrega por su margen derecha en la vereda Las Brisas en las cercanías de Puerto Tejada, también vive actualmente la tragedia de ser la receptora en el río Guengüé de los lixiviados provenientes del basurero abierto en los predios de El Cortijo en la zona rural de Cañas-Méjico, antigua granja de Fedecacao.

Igualmente puede que uno de los factores más importantes en la afectación de la calidad del agua para el río El Palo es el uso del suelo, puesto que aún con ausencia de vertimientos en algunos tramos, el perfil de oxígeno disuelto decrece significativamente a lo largo del río debido a la incorporación de excedentes de riego que descargan materia orgánica y nutrientes que ocasionan el consumo del oxígeno disuelto.

Finalmente, ingenieros ambientales, sanitarios y bioquímicos, al igual que ciudadanos afectados consultados por PROCLAMA recomiendan prioritariamente que los organismos de control en materia ambiental, que aunque en los últimos años han estado muy atentos a la situación, mejoren y amplíen los monitoreos a los parámetros de calidad del agua en los principales ríos de la región, y que los mismos se hagan de manera puntual y permanente.

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