martes, 17 de julio de 2012

Desplazados de Toribío, asentados provisionalmente en Santander de Quilichao, recibieron kits de albergue, ayudas alimentarias y de aseo


Por Hernán Luna

Jorge Vásquez, director territorial de la Unidad de atención y reparación a víctimas, presidió este martes, la entrega de 128 kits de albergue, alimentos y de aseo a las personas desplazadas por la violencia del municipio de Toribío y que se encuentran alojadas provisionalmente en el Polideportivo Municipal “Los Guásimos” de Santander de Quilichao.


Dichos kits contienen colchonetas, alimentos, ollas comunitarias y elementos de aseo, cuya entrega fue coordinada por la administración municipal de Santander de Quilichao, que también se ha hecho cargo de los asuntos de salud, educación y seguridad. La Unidad de Víctimas decidió fortalecer el plan de contingencia del municipio de Santander, con una dotación de 250 colchonetas adicionales.


El director de la Unidad de atención informó que van a entregar otras de estas dotaciones en los albergues que hay en Caloto, Miranda, Jambaló, y en Silvia, que son los municipios adonde se están desplazando las víctimas del conflicto armado y que ya han sido censadas.


Al ser consultado sobre el tiempo de permanencia de estos grupos familiares en las condiciones de alojamiento temporal, Jorge Vásquez dijo que “si las personas lo definen o la seguridad y los problemas de orden público mejoran, podrían regresar a sus hogares tan pronto sea posible, pero son circunstancias aún indeterminadas”.

De izq. a der. Omar Martínez, Ricardo Cifuentes Secretario de Gobierno, Alex Ordóñez Personero Municipal, Dan Harry Sánchez Profesional Especializado de la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas y Jorge Vásquez Director Territorial de la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas.
Don Gerardo Fernández, uno de los jefes de familias que se encuentran alojadas en el polideportivo, recordó que se encuentra aquí desde el pasado viernes 13 de julio porque “la situación de orden público tan difícil que estamos viviendo en Toribío, es una cosa que no se la aguanta nadie, porque cada día de por medio estamos en plena balacera, esto es algo muy tremendo que pone en riesgo la integridad de mi familia".

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