sábado, 21 de julio de 2012



EN ROLDANILLO LA POESÍA HACE MATRIA

La poeta Olga Elena Mattei en su recital especial

Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Locombiano

Apenas llegamos ayer a la catedral que Omar Rayo levantó al arte en Roldanillo. Con Águeda Pizarro a dos manos pintaron sus ilusiones y pusieron los ladrillos. Ya van 28 años que en el pueblo se respira poesía y que el arco iris amanece sobre el Museo Rayo.

A la 3 de la tarde nos tocó asistir a un recital de ocho mujeres que hicieron ahogar las penas de la Patria en el Cauca y que levantaron el ánimo por sobre la esperanza. Tres jóvenes poetas de Cali, Gloria Edith Ocampo*, Daniela Vega Guzmán* de Cajibío y Johana Osorio* abrieron el concierto de palabras. Sacaron de sus bolsos poemas que eran gritos de libertad, que expresaban los sueños de la juventud.

Pasaron luego por el micrófono Berenice Pineda*, de Bello, con unos versos punzantes y sonoros y María Tabares*, de Bogotá, con palabras que salían desde su falda roja como pájaros. Juan José Madrid llenó la ronda con el nombre de Gloria María Bustamante* y como cierva herida entonó su voz para tejer un canto a su padre, Fanny Muñoz de Vélez, Santander y Marta Quiñónez* recordó a Rulfo en ConvERsaCiONES en ComAla, enversadas.

El grupo de las ocho se convirtió en el mejor regalo para quienes estábamos en las sillas. Como en un concierto de gala, no hubo un solo desafino. Estas mujeres que asisten a esta escuela traen sus cuadernos ya sin los borrones de su trabajo bien elaborado y deleitaron con las imágenes, las metáforas sorprendentes y la voz con timbre de soprano.

En la noche la poetisa Olga Elena Mattei, de larga trayectoria, 4000 poemas y veinte libros publicados y 41 inéditos, enalteció su condición de Almadre. Como abuela madre de estos encuentros, dialogó con el público y atendió los ruegos de quienes deseaban escuchar algunos de sus poemas estrella.

Para cerrar la programación oficial del día el Grupo de Teatro Carnavalenguas presentó en el Teatrino al aire libre del Museo un homenaje a la gran poetisa de Puerto Berrío, Piedad del Carmen Morales, fallecida recientemente. Con emoción tejieron una letanía frases e imágenes de quien fuera una alta feminista y defensora de los derechos humanos de las mujeres.

Cuando se acabó la jornada, poetas y visitantes, salieron y llenaron el parque que ya a esta hora estaba fresco. Su arboleda batía sus hojas e invitaba a beber una cerveza y compartir el abrazo y los comentarios del día. Al frente del Museo las poetas con músicos que esperaban la llegada de esta hora cantaron, se miraron a la cara y juraron que estas fiestas que pregonan la paz perdurarán y a ellas asistirán cuando llegue el mes de julio. Mientras el gobierno reclama el territorio de la patria, las poetan crean este remanso llamado Matria.

Cuando escribo esta crónica me llaman porque va subir al escenario la poeta negra, María Elcina Valencia Córdoba. Deberé irme para no perder oír su voz y ver su piel brillante de pantera.
12 m

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