viernes, 21 de septiembre de 2012

Cuando el agua escasea


Por: Luis Barrera

Hablar de falta de agua potable es hablar literalmente de pobreza y querer distribuirla mejor equivale, por lo tanto, a luchar contra la pobreza y la improvisación en las empresas encargadas de prestar este vital servicio público.

Ante una situación de escasez de agua por la falta de lluvias para el abastecimiento de los sistemas de captación y tratamiento, la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales de la existencia humana: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad política y social, y la inercia burocrática por la falta de planeación futurista e inversiones oportunas.

Ya desde el Gobierno nacional se oyen voces de alerta sobre el coletazo del fenómeno del niño en la segunda temporada de verano y sequía que se avecina en pocos meses, después de una corta temporada de lluvias y cuya crisis advierte una escasez de agua lo que obligaría asumir racionamiento y molestias en varias ciudades colombianas.

Colombia, país rico en recursos naturales, enfrenta actualmente graves problemas de disponibilidad, desperdicio y contaminación del agua debido a que depende mucho de los acuíferos que se recargan de forma natural en una corta temporada de lluvias.

El caso de Cali para no irnos muy lejos, es un claro ejemplo de cómo no debe aplazarse por más tiempo la solución definitiva al problema de la captación de agua suficiente para atender la demanda creciente de sus habitantes.

Poblaciones del norte del Cauca, Jamundí y la propia capital del Valle, deberían retomar aquella iniciativa de usar y conducir las aguas desde embalse de la Salvajina sobre el río Cauca en Suarez, para que desde allí se diseñe con decisión y voluntad política un sistema de abastecimiento y se termine de una vez por todas, la azarosa situación de la falta del precioso líquido en época de verano y plena sequía, como la que se está advirtiendo debido al cambio climático.

La escasez de agua potable para el consumo humano y la de uso doméstico, industrial o agropecuario, significa que en la mayoría de las poblaciones tengan que pagar precios más altos para comprarla o producirla, caminar distancias mayores para conseguirla, y además genera el problema de la disponibilidad de alimentos por pérdida de cosechas como la registradas en el Patía y el norte del Cauca, además del surgimiento de enfermedades por el consumo de aguas contaminadas.

A pesar de las legislaciones y controles ambientales, para asumir las medidas de seguridad en el mantenimiento de las fuentes  hídricas, informes científicos y técnico ambientales muestran el alto riesgo de contaminación de las aguas en el uso irresponsable por explotación minera, que sumadas a la proliferación de las industrias y el mal manejo de residuos en las zonas urbanas ribereñas se percibe un notable efecto contaminante con perjuicios de mayor relevancia.

No nos olvidemos que por agua, esencial para la vida y sustento de la naturaleza, han luchado los pueblos y cerca de ella se han erigido todos los núcleos urbanos. La actual situación de contaminación ambiental ha perjudicado cuencas hidrológicas en Colombia como las del Magdalena y el Cauca corriendo peligro en algunos sectores la subsistencia de una gran parte de los habitantes en las zonas ribereñas.

El problema de la falta de agua se debe a varios factores. La desertificación de los suelos y evaporación de las aguas por el cambio climático, el aumento de la población mundial, la contaminación de las reservas de agua dulce por agroquímicos, desechos cloacales e industriales. Que obviamente sumados al sofocante verano hace que este problema sea advertido por las autoridades por los efectos nocivos para la agricultura y vida cotidiana de las comunidades.

El agua, elemento vital para la vida humana y la existencia de los seres vivos, viene siendo amenazada por el inadecuado manejo que la especie humana le ha dado al mismo. El Cauca es un departamento que tradicionalmente se ha ufanado de su riqueza hídrica, nacimiento de varias cuencas hidrográficas pero a la par ha presentado, en especial en el último medio siglo, importantes sectores de la población con nulo o deficiente acceso al agua potable, acompañado ello de la presencia de diferentes enfermedades.

Se conoce que se han realizado importantes inversiones en tecnologías y estructuras para ampliar el servicio, en los distintos  municipios, pero no se reflejan necesariamente en la calidad del servicio en numerosos casos porque las soluciones no se diseñaron de acuerdo con las necesidades o condiciones de cada población.

Lo aterrador es que también, la mitad de la población total del país afronta problemas en materia de abastecimiento de agua potable.

La problemática del agua en Colombia presenta complejidades y contradicciones que están referidas a una disparidad en la oferta hídrica región: la dificultad para poner a disposición, en las condiciones adecuadas y a un costo razonable, el agua para consumo humano y por otra parte la afectación de los recursos naturales como resultado de la utilización del recurso hídrico.

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