Por: Luis Barrera
Hablar de falta de agua potable
es hablar literalmente de pobreza y querer distribuirla mejor equivale, por lo
tanto, a luchar contra la pobreza y la improvisación en las empresas encargadas
de prestar este vital servicio público.
Ante una situación de escasez de
agua por la falta de lluvias para el abastecimiento de los sistemas de
captación y tratamiento, la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales
de la existencia humana: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad
política y social, y la inercia burocrática por la falta de planeación
futurista e inversiones oportunas.
Ya desde el Gobierno nacional se
oyen voces de alerta sobre el coletazo del fenómeno del niño en la segunda
temporada de verano y sequía que se avecina en pocos meses, después de una
corta temporada de lluvias y cuya crisis advierte una escasez de agua lo que
obligaría asumir racionamiento y molestias en varias ciudades colombianas.
Colombia, país rico en recursos
naturales, enfrenta actualmente graves problemas de disponibilidad, desperdicio
y contaminación del agua debido a que depende mucho de los acuíferos que se
recargan de forma natural en una corta temporada de lluvias.
El caso de Cali para no irnos muy
lejos, es un claro ejemplo de cómo no debe aplazarse por más tiempo la solución
definitiva al problema de la captación de agua suficiente para atender la
demanda creciente de sus habitantes.
Poblaciones del norte del Cauca, Jamundí
y la propia capital del Valle, deberían retomar aquella iniciativa de usar y
conducir las aguas desde embalse de la Salvajina sobre el río Cauca en Suarez,
para que desde allí se diseñe con decisión y voluntad política un sistema de
abastecimiento y se termine de una vez por todas, la azarosa situación de la
falta del precioso líquido en época de verano y plena sequía, como la que se
está advirtiendo debido al cambio climático.
La escasez de agua potable para
el consumo humano y la de uso doméstico, industrial o agropecuario, significa
que en la mayoría de las poblaciones tengan que pagar precios más altos para
comprarla o producirla, caminar distancias mayores para conseguirla, y además
genera el problema de la disponibilidad de alimentos por pérdida de cosechas
como la registradas en el Patía y el norte del Cauca, además del surgimiento de
enfermedades por el consumo de aguas contaminadas.
A pesar de las legislaciones y
controles ambientales, para asumir las medidas de seguridad en el mantenimiento
de las fuentes hídricas, informes científicos
y técnico ambientales muestran el alto riesgo de contaminación de las aguas en
el uso irresponsable por explotación minera, que sumadas a la proliferación de
las industrias y el mal manejo de residuos en las zonas urbanas ribereñas se
percibe un notable efecto contaminante con perjuicios de mayor relevancia.
No nos olvidemos que por agua,
esencial para la vida y sustento de la naturaleza, han luchado los pueblos y
cerca de ella se han erigido todos los núcleos urbanos. La actual situación de
contaminación ambiental ha perjudicado cuencas hidrológicas en Colombia como
las del Magdalena y el Cauca corriendo peligro en algunos sectores la
subsistencia de una gran parte de los habitantes en las zonas ribereñas.
El problema de la falta de agua
se debe a varios factores. La desertificación de los suelos y evaporación de
las aguas por el cambio climático, el aumento de la población mundial, la
contaminación de las reservas de agua dulce por agroquímicos, desechos
cloacales e industriales. Que obviamente sumados al sofocante verano hace que
este problema sea advertido por las autoridades por los efectos nocivos para la
agricultura y vida cotidiana de las comunidades.
El agua, elemento vital para la
vida humana y la existencia de los seres vivos, viene siendo amenazada por el
inadecuado manejo que la especie humana le ha dado al mismo. El Cauca es un
departamento que tradicionalmente se ha ufanado de su riqueza hídrica, nacimiento
de varias cuencas hidrográficas pero a la par ha presentado, en especial en el
último medio siglo, importantes sectores de la población con nulo o deficiente
acceso al agua potable, acompañado ello de la presencia de diferentes
enfermedades.
Se conoce que se han realizado
importantes inversiones en tecnologías y estructuras para ampliar el servicio, en
los distintos municipios, pero no se
reflejan necesariamente en la calidad del servicio en numerosos casos porque
las soluciones no se diseñaron de acuerdo con las necesidades o condiciones de
cada población.
Lo aterrador es que también, la
mitad de la población total del país afronta problemas en materia de
abastecimiento de agua potable.
La problemática del agua en
Colombia presenta complejidades y contradicciones que están referidas a una
disparidad en la oferta hídrica región: la dificultad para poner a disposición,
en las condiciones adecuadas y a un costo razonable, el agua para consumo
humano y por otra parte la afectación de los recursos naturales como resultado
de la utilización del recurso hídrico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario