lunes, 8 de octubre de 2012

Diócesis del Cauca también inicia año de la Fe


Por: Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca

El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzará este Jueves 11 de octubre de 2012, en solemne eucaristía en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción de Popayán con motivo del 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la festividad de Cristo Rey del Universo.

Al anunciar el Año de la Fe, el Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente". Benedicto XVI convocó al Año de la Fe con la Carta apostólica Porta fidei en octubre del año pasado.


El máximo jerarca de la Iglesia católica en el Cauca, Monseñor Iván Antonio Marín López, Arzobispo de Popayán, invitó a toda la feligresía del departamento a participar animadamente en los distintos actos litúrgicos y en especial a la celebración de apertura del Año de la fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada comunidad, para “confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestra Catedral y templos parroquiales de todo el territorio caucano”.

La Diócesis del Cauca oportunamente ha organizado una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, invitando a tomar parte en ella, sobre todo a sacerdotes, personas consagradas y catequistas. En esta ocasión podrán tener un encuentro con los sacerdotes para dar testimonio de su específica sensibilidad y tradición litúrgicas en la única fe en Cristo; así, en cada una de las parroquias se podrá dar testimonio y las misiones podrán ser invitadas a ofrecer un testimonio renovado de la alegría de la fe que las distingue.

Con motivo de esta convocatoria papal, se proyecta que en la Diócesis caucana igualmente se organicen eventos catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la vida, con el fin de descubrir la belleza de la fe de la Iglesia, aprovechando la oportunidad de reunirse con sus testigos más reconocidos.

De igual manera se espera durante el año de la fe, la participación del mundo académico y de la cultura en un diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos y jornadas de estudio, especialmente en los centros de apertura teológica, que muestren cómo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad.

A pesar de ese panorama, la fe cristiana en el Cauca quiere reflexionar sobre sí misma y entrar en diálogo con una sociedad donde la secularidad ha llegado para quedarse. Ese es el mismo deseo del Papa Benedicto XVI para que creyentes y personas ajenas a la fe entren en una dinámica propositiva y constructiva para mejorar las cosas.

En Popayán y el Cauca, los pasos comienzan a darse; en ocasión de la invitación que desde su visión como pastor, Monseñor Marín López, hace a todos sacerdotes y laicos comprometidos acerca de cuáles son las preocupaciones que observa y laceran al departamento al tiempo que se suman las voces de la jerarquía católica colombiana cuando señala que le preocupan tantos signos de fractura social, política, cultural y también religiosa que hay en la realidad nacional.

“En el Año de la Fe, todos los creyentes reflexionaremos esta propuesta: acoger al Salvador, a Jesucristo, camino, verdad y vida para que el mundo cambie y todas las cosas sean nuevas en nuestra  región y en la patria entera porque no hay nada más poderoso que la Luz del Mundo que ha venido a iluminar las tinieblas y sacar del pecado a los que se encontraban en perdición. Nuestra Diócesis abre este tiempo de gracia y de misericordia, pero que no debe quedarse en una mera expresión”, señaló el Arzobispo de Popayán.

Monseñor Marín López, puntualizó a PROCLAMA que “El sentido es profundo y la urgencia ha sido declarada. Es perentoria la renovación espiritual de toda la Iglesia, de todos los que somos Iglesia. Esta renovación debe iniciarse desde la raíz, desde nuestro compromiso bautismal. Esto nos pone ante la necesidad de conocer más y mejor nuestra fe, así como hacerla viva por medio de las obras. Cada uno en nuestra vocación, en nuestro ambiente, en nuestras responsabilidades de familia, trabajo y en nuestra participación social”.


El Arzobispo de Popayán, que espera este jueves en la catedral delegaciones de todas las parroquias  del Cauca, dijo sobre el tema “Estoy seguro de que, siguiendo las indicaciones del Santo Padre Benedicto XVI, será un año para revitalizar la fe cristiana en todos los fieles, parroquias, obispados. En definitiva, en toda la Iglesia universal. Será un tiempo para darnos cuenta –una vez más– de la belleza de la fe cristiana, y dar un empuje a la Nueva Evangelización que urge, que se nos pide.”

No hay duda de que el Santo Padre ha querido ir al centro del problema actual: un debilitamiento o la falta de fe lleva a la falta de esperanza y lógicamente no amar a los contenidos de la fe cristiana, empezando por Dios.

A manera de conclusión podríamos afirmar que la fe es un acto personal y comunitario: es un Don de Dios, para vivirlo en la gran comunión de la Iglesia y comunicarlo al mundo. Todos los miembros de la Iglesia debemos comprometernos para que este año sea una ocasión privilegiada para compartir lo más valioso que tiene el cristiano: JESUCRISTO, Redentor del hombre.

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