Por: Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca
El Año de la Fe, proclamado por
el Papa Benedicto XVI, comenzará este Jueves 11 de octubre de 2012, en solemne
eucaristía en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción de Popayán
con motivo del 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y
concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la festividad de Cristo Rey del
Universo.
Al anunciar el Año de la Fe, el
Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de
toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy
a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida
plenamente". Benedicto XVI convocó al Año de la Fe con la Carta apostólica
Porta fidei en octubre del año pasado.
El máximo jerarca de la Iglesia
católica en el Cauca, Monseñor Iván Antonio Marín López, Arzobispo de Popayán,
invitó a toda la feligresía del departamento a participar animadamente en los
distintos actos litúrgicos y en especial a la celebración de apertura del Año
de la fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada comunidad, para
“confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestra Catedral y templos
parroquiales de todo el territorio caucano”.
La Diócesis del Cauca oportunamente
ha organizado una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, invitando
a tomar parte en ella, sobre todo a sacerdotes, personas consagradas y
catequistas. En esta ocasión podrán tener un encuentro con los sacerdotes para
dar testimonio de su específica sensibilidad y tradición litúrgicas en la única
fe en Cristo; así, en cada una de las parroquias se podrá dar testimonio y las
misiones podrán ser invitadas a ofrecer un testimonio renovado de la alegría de
la fe que las distingue.
Con motivo de esta convocatoria papal,
se proyecta que en la Diócesis caucana igualmente se organicen eventos
catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la
vida, con el fin de descubrir la belleza de la fe de la Iglesia, aprovechando
la oportunidad de reunirse con sus testigos más reconocidos.
De igual manera se espera durante
el año de la fe, la participación del mundo académico y de la cultura en un
diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos
y jornadas de estudio, especialmente en los centros de apertura teológica, que
muestren cómo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto
alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad.
A pesar de ese panorama, la fe
cristiana en el Cauca quiere reflexionar sobre sí misma y entrar en diálogo con
una sociedad donde la secularidad ha llegado para quedarse. Ese es el mismo
deseo del Papa Benedicto XVI para que creyentes y personas ajenas a la fe
entren en una dinámica propositiva y constructiva para mejorar las cosas.
En Popayán y el Cauca, los pasos
comienzan a darse; en ocasión de la invitación que desde su visión como pastor,
Monseñor Marín López, hace a todos sacerdotes y laicos comprometidos acerca de
cuáles son las preocupaciones que observa y laceran al departamento al tiempo
que se suman las voces de la jerarquía católica colombiana cuando señala que le
preocupan tantos signos de fractura social, política, cultural y también
religiosa que hay en la realidad nacional.
“En el Año de la Fe, todos los
creyentes reflexionaremos esta propuesta: acoger al Salvador, a Jesucristo,
camino, verdad y vida para que el mundo cambie y todas las cosas sean nuevas en
nuestra región y en la patria entera
porque no hay nada más poderoso que la Luz del Mundo que ha venido a iluminar
las tinieblas y sacar del pecado a los que se encontraban en perdición. Nuestra
Diócesis abre este tiempo de gracia y de misericordia, pero que no debe
quedarse en una mera expresión”, señaló el Arzobispo de Popayán.
Monseñor Marín López, puntualizó
a PROCLAMA que “El sentido es
profundo y la urgencia ha sido declarada. Es perentoria la renovación
espiritual de toda la Iglesia, de todos los que somos Iglesia. Esta renovación
debe iniciarse desde la raíz, desde nuestro compromiso bautismal. Esto nos pone
ante la necesidad de conocer más y mejor nuestra fe, así como hacerla viva por
medio de las obras. Cada uno en nuestra vocación, en nuestro ambiente, en nuestras
responsabilidades de familia, trabajo y en nuestra participación social”.
El Arzobispo de Popayán, que
espera este jueves en la catedral delegaciones de todas las parroquias del Cauca, dijo sobre el tema “Estoy seguro de
que, siguiendo las indicaciones del Santo Padre Benedicto XVI, será un año para
revitalizar la fe cristiana en todos los fieles, parroquias, obispados. En
definitiva, en toda la Iglesia universal. Será un tiempo para darnos cuenta
–una vez más– de la belleza de la fe cristiana, y dar un empuje a la Nueva
Evangelización que urge, que se nos pide.”
No hay duda de que el Santo Padre
ha querido ir al centro del problema actual: un debilitamiento o la falta de fe
lleva a la falta de esperanza y lógicamente no amar a los contenidos de la fe
cristiana, empezando por Dios.
A manera de conclusión podríamos
afirmar que la fe es un acto personal y comunitario: es un Don de Dios, para vivirlo
en la gran comunión de la Iglesia y comunicarlo al mundo. Todos los miembros de
la Iglesia debemos comprometernos para que este año sea una ocasión
privilegiada para compartir lo más valioso que tiene el cristiano: JESUCRISTO,
Redentor del hombre.
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