Dos mil indígenas de las etnias Uitotos, Okaina, Bora, Uinona,
Miraña, Nonuya y Andoke, descendientes de familias que sufrieron la crueldad
cometida por la empresa cauchera Casa Arana, se reunieron hoy, 12 de octubre de
2012, después de 100 años, en el día que el Presidente Juan Manuel Santos ha
pedido renombrar como Día de la diversidad y la interculturalidad de los
pueblos.
Mural grito de los hijos del tabaco_la coca y la yuca dulce |
Los 22 cabildos y sus autoridades indígenas llegaron por río,
selva y aire, desde el pasado 8 de octubre, a La Chorrera, una Unidad Administrativa
especial ubicada en el centro del departamento del Amazonas.
El presidente Juan Manuel Santos, a través del mensaje que fue
leído por Gabriel Muyuy Jacanamejoy, director del Programa Presidencial
Indígena, reconoció la vergüenza por la crueldad con la que desaparecieron
algunas culturas y pueblos. Agradeció la invitación de los pueblos del Predio
Putumayo por invitarlo a reconstruir con ellos la dolorosa memoria de aquellos
hechos. En su calidad de representante máximo del Estado colombiano pidió
perdón por sus muertos, por sus huérfanos, por sus víctimas, en nombre de una
empresa, de un gobierno, que no entendió la importancia de salvaguardar a cada
persona y a cada cultura indígena de la que hoy la nación se enorgullece por su
naturaleza multiétnica y pluricultural.
En la conmemoración que tuvo lugar todo el día de hoy, una
comisión del gobierno, la iglesia, cooperación internacional y el cuerpo
diplomático representado en John Dew, embajador de Gran Bretaña en Colombia, se
sumaron a esta gran movilización para presenciar el acto simbólico con el que
los pueblos decidieron honrar la memoria de sus ancestros. El objetivo de la
comisión, escucharles y responder a sus propuestas.
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