PREPONDERANCIA DE UNA MULTINACIONAL DE EE. UU.
ANTE LOS MINEROS DE HECHO EN GUACHETÁ
Por Leopoldo
de Quevedo y Monroy
Locombiano
“Según la
Organización Internacional del Trabajo, entre 1995 y 2000 la tercera parte de
los trabajadores mineros en los 25 países con mayor producción de minerales
perdieron su trabajo. Las razones principales: la introducción de nueva
tecnología y las grandes concesiones mineras que desplazan la mano de obra, que
en muchos casos corresponde a la de mineros locales tradicionales...
“Las grandes
empresas consideran que los mineros de hecho son ‘intrusos’, mientras que para estos
últimos el otorgamiento de una concesión a una empresa grande significa ser
despojados de sus tierras y medios de subsistencia. Aunque comienzan a verse
ejemplos de relaciones más positivas, todavía surgen acusaciones de que los
gobiernos y las grandes empresas mineras, a veces confabulados, obligan a los
mineros en pequeña escala a dejar sus tierras.
“Se hace
imprescindible que a nivel institucional se aseguren los recursos necesarios
para que el Ministerio de Minas promueva la gestión del proceso de
legalización, se delimiten las reservas especiales y se garantice el derecho de
prelación de los mineros tradicionales.
“El cierre
de ciertas actividades mineras de hecho constituye un problema de orden social,
pues corresponden a actividades que desarrollan numerosas familias y, en
algunos casos, de manera ancestral, por lo cual se requieren programas
integrales y estructurales que ofrezcan una alternativa de trabajo y subsistencia
a esta población. Los mineros de hecho invocan acciones judiciales, en
particular la acción de tutela por la vulneración de sus derechos
fundamentales.”
Este
documento de 2010 de la Defensoría del Pueblo* pinta exactamente lo que está
ocurriendo en este momento en el sufrido pueblo de Guachetá, Cundinamarca. Hace
poco las inundaciones y siempre el olvido. Y ahora, el Gobierno mira con
interés sus minas de carbón para otorgar una concesión a Imcoq, disfrazada de compra-venta a un particular, que quitará el
trabajo de más de 40 años por parte de pequeños grupos tradicionales abandonados
de toda asesoría y tecnología para asociarse y legalizar su trabajo.
Este
municipio situado sobre una montaña de carbón, lejos del cuidado del
Departamento y del Gobierno, ha sobrevivido en la pobreza y el frío. Explota
artesanalmente la riqueza de su suelo y ahora el Gobierno en su inconsciencia
quiere ceder esa Mina negra a unos aparecidos de Imcoq, empresa multinacional de EE. UU.
Como sucede
también con los agricultores, el TLC con EE.UU. servirá solo a grandes empresas
nacionales y extranjeras. Los pequeños usufructuarios de la riqueza de su
patria chica, sin capacitación ni ayuda del gobierno colombiano, tendrían que
ceder su sudor y tradicional trabajo a la maquinaria del poder yanqui.
¿Quién
defenderá a estos sencillos y asombrados excavadores mineros con pica y
martillo, de la voracidad y la “inversión extranjera” en una población débil y
olvidada?
11-07-12 - 10:35 a.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario