sábado, 2 de febrero de 2013

Villa Rica, un año después del atentado


UN VISTAZO A VILLA RICA

Por Alfredo Viveros Balanta

Al cumplirse el primer aniversario del atentado terrorista ocurrido en este municipio el 2 de febrero del año anterior y mediante una convocatoria por parte del ingeniero James Guillermo Mina Ballesteros (alcalde), se llevó a cabo un acto religioso en honor a las víctimas, que estuvo a cargo del padre Edinson Bolaños Mera, párroco de este municipio, y contó con una masiva asistencia por parte de la comunidad e invitados especiales entre los que estuvieron el señor comandante de la Policía Cauca, el representante a la Cámara Carlos Julio Bonilla, el representante comunidades afrodescendientes a nivel nacional, Oscar Gamboa; la secretaria de gobierno departamental, Edith Milena Cabezas, familiares de las víctimas y delegaciones de los municipios vecinos.

Se escuchó por parte de los asistentes un rotundo rechazo a los actos violentos como el ocurrido en este territorio que solo generan caos y desestabilización del tejido social.

No creemos oportuno referirnos a los acontecimientos demenciales de quienes cambiaron la historia de un municipio pasivo, pues ya hacen parte del pasado, pero sea oportuno analizar qué se ha hecho en aras de retornar a la tranquilidad, y en este aspecto nos podemos referir a algo positivo según lo expresado por el alcalde Mina Ballesteros quien al hacer una evaluación de las dinámicas adoptadas posterior al evento, encuentra casos positivos como la reconstrucción en tiempo record de la estación de policía, la cual ya fue entregada totalmente terminada y dotada de todos los elementos indispensables para que los policiales puedan garantizar seguridad a la ciudadanía, esto con recursos nacionales; la urbanización El Quilombo donó un lote donde las empresas asentadas en la zona están construyendo cinco apartamentos para reubicar a las familias que perdieron sus viviendas; la Unidad de Víctimas hizo entrega de recursos a los damnificados a través de cartas-cheque individual con lo cual las familias pudieron realizar mejoras parciales a sus residencias y la Alcaldía Municipal asumió el costo de arriendo para las familias cuyas vivienda sufrieron daños considerables, además de la entrega de mercados, con recursos propios. No se han solucionado todos los problemas pero considero que es una ayuda importante y seguimos gestionando para mejorar el nivel de vida no solo de los afectados por esta agresión, sino también para la totalidad de los habitantes de nuestro territorio.

Pero la realidad es que queda mucho por hacer en materia de seguridad y no refiriéndonos a la parte militar o policiva, sino más bien, al aspecto social.

Nos preocupa el hecho que a muchas personas que quedaron afectadas psicológicamente a la fecha no se les ha brindado asistencia profesional, igual que la ubicación del hospital local continuo a la sede policial, algo que se convierte en violatorio de las normas del Derecho humanitario y genera desconfianza en las personas que requieren acercarse a este sitio asistencial para recibir algún tipo de atención.

Es necesario que los miembros de la Policía que son asignados a esta jurisdicción, le generen confianza al ciudadano con el fin de poder establecer una interacción que permita contrarrestar cualquier acto delictivo.

El periódico PROCLAMA presenta un saludo de esperanza para los villarricenses, en especial a quienes perdieron sus seres queridos o sufrieron daños materiales como consecuencia de tan demencial acto.

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