domingo, 27 de enero de 2013

EL CAUCA Y SU TRATAMIENTO


CREPITACIONES 2013

POR LIC. JAVIER ENRIQUE DORADO MEDINA
Correo electrónico: jaendor70@hotmail.com
Twitter: javiergolden_

En días pasados, en Popayán, la capital de nuestro “mediático” departamento del Cauca, un grupo de ciudadanos preocupados por hallar soluciones a tantas y tantas dificultades de toda clase que a diario afrontamos dentro del concierto nacional, invocando el principio de igualdad, consagrado en la Constitución Nacional, redactó un memorial junto a una “firmatón”, donde palabras más, palabras menos, mencionaba el caso de nuestro presidente Santos, a raíz de su operación quirúrgica sobre la próstata, cuando en un tiempo record y en menos de lo que canta un gallo, fue sometido a ella y en pocas horas salía caminando lentamente y sonriente ante las cámaras de TV, cual Lázaro recién resucitado, por el éxito de la misma. Lógicamente, todos los colombianos nos congratulamos por lo sucedido, en virtud de lo delicado de la operación y de su investidura oficial.

Ahora bien, lo que reclamaban los ciudadanos firmantes era sobre la circunstancia lógica del porqué, si todos somos ciudadanos en condiciones iguales ante la ley, con él sí se actuó rápido y seguro, con un tratamiento de primera categoría, obviando muchos pasos “eternos” que los demás ciudadanos, con tratamientos denigrantes (de cuarta y demás), tienen que “sufrir” en las consabidas y archifamosas EPS, para que por lo menos se “dignen” examinarlos y de pronto estar de buenas para una posible operación.

Volviendo a nuestro departamento del Cauca, en cuanto a su tratamiento por los entes gubernamentales, siempre ha estado postrado en cuidados intensivos, “tratando de salir del ostracismo”, buscando mejores oportunidades para su desarrollo y progreso, con una cantidad apreciable de ex presidentes y mandatarios con apellidos ilustres que, bien hubieran podido llevarlo adelante, y con un grupo de políticos que tienen en sus conciencias el deber de trabajar por su avance, por el mandato popular depositado en ellos. Lastimosamente la corrupción y la politiquería son los cánceres que no dejan sanar al enfermo.

Afortunadamente (y ojalá sea para bien), hace días el gobierno nacional cual Aladino y su Lámpara Maravillosa se hizo presente en el municipio de Padilla, para darle una mano al Cauca y en especial al norte del mismo con el llamado Contrato-Plan por un valor de $620 mil millones de pesos, una apreciable cantidad que viene a solucionar en parte un cúmulo de necesidades sociales de nuestras regiones, ávidas por recibir un guiño presupuestal para progresar y echar para adelante.

Ya lo dice el refrán; “más vale tarde que nunca” y si queremos que existan condiciones de igualdad en el tratamiento regional, debemos exigir que los proyectos inmersos en el Contrato-Plan, se hagan realidad, para que nos sigan tratando bien, como caucanos de primera.

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