Una de las regiones de mayor actividad militar en Colombia ha sido tradicionalmente el norte del Cauca, donde se conserva una larga historia de confrontación en la que las Fuerzas Armadas y los ejércitos ilegales han pretendido afianzar su control.
El norte del Cauca como escenario de todo tipo de combates, incluyendo los protagonizados por los paramilitares, las pandillas y hasta las llamadas “Bacrim”, aliadas con el narcotráfico, ha sido objetivo principal de las Fuerzas Armadas.
Hoy las Fuerzas Militares han incrementado su accionar buscando restablecer el orden, pero el círculo vicioso se repite. En estas circunstancias Proclama del Cauca dialogó, primero, con el coronel Luis Fernando Rojas Espinoza, Comandante de la Tercera Brigada del Ejército y luego con su subalterno, el teniente coronel Francisco Antonio Rojas Castro, Comandante del Batallón Pichincha.
AL: Coronel, en ciertos sectores, de población indígena principalmente, se ha pedido que, para mantener la concordia, de sus territorios salgan los actores armados incluyendo a las Fuerzas Militares y de Policía constitucionalmente establecidas en Colombia. ¿Qué opina usted de esta petición?
Nosotros por Constitución y por Ley hacemos parte de la población y por lo tanto somos los organismos de seguridad para brindar precisamente esa sensación de seguridad a todos los habitantes. Por lo tanto, yo le agradezco a toda la comunidad que nos ayuden con el fin de que cualquier situación difícil que se llegue a presentar, ya sea narcotráfico, delincuencia común, de guerrilla, de bandidos de las FARC, por favor, que se acerquen y nos den esa información con el único propósito de capturarlos y ponerlos a disposición de la Fiscalía, porque ellos son los delincuentes, y nosotros hacemos parte de la organización del Estado y como parte de esa organización del Estado, estamos adelantando la “Operación República” desde hace dos meses. Es una misión que estamos cumpliendo con el fin de brindarle seguridad a la población civil y a la vez proteger la infraestructura del Estado.
Por otra parte, los actores armados ilegales son las FARC, el ELN, el actor armado es el del narcotráfico, nosotros hacemos parte de la población colombiana; simple y llanamente, según nuestra Constitución, somos la parte armada que estamos defendiendo los bienes honra de todos los ciudadanos y por lo tanto, espero que sea claro y que haya una plena identificación. De pronto, por desconocimiento de la población puede haber confusión, pero con el trabajo que se viene adelantando aquí por parte del batallón Pichincha, considero que vamos a dar una buena información con el fin de que reconozcan el trabajo que viene adelantando el Ejército Nacional y también la Policía.
AL: Ustedes cómo ven la administración pública civil ¿si está apoyando la labor que desarrollan cotidianamente en esta área?
Sí, ese es un trabajo muy importante. Cuando asumí la dirección y el mando de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, lo primero fue hablar con los comandantes de batallón, con el fin de que se reunieran con todos los alcaldes de la jurisdicción, con toda la administración, e hicieran un trabajo interinstitucional con el único propósito de llegarle a la población brindándole seguridad a todos, en especial a la población del norte del Cauca.
AL: Yo sé que este proceso que ha propuesto la Presidencia de la República, el Estado, de unos diálogos que conduzcan a una paz es un asunto político. Desde el punto de vista militar, ¿usted cómo ve esta circunstancia en el país, principalmente en esta región que ha sido tan azotada por la guerrilla?
Bueno, esa respuesta se la dejo al Gobierno Nacional, allá es donde están adelantando los diálogos y nosotros no podemos opinar sobre asuntos políticos; claro que es importante ratificar que nosotros siempre estamos acompañando al Gobierno, pero nuestra misión es la derrota militar de aquellos bandidos que se encuentran en armas, derrotarlos militarmente, con el fin, precisamente, de sentarlos a la mesa de negociación. Aprovecho esta oportunidad para enviarles un mensaje con el fin de que se entreguen a las diferentes unidades del Ejército y se acojan al plan de desmovilización; además, existen muchas garantías: los llevamos a los sitios que tiene el Gobierno Nacional en Bogotá o en el departamento del Valle del Cauca y nuevamente regresar a su vida civil, porque ¿cuántas personas han muerto acuadrilladas? ¿Cuánto luto existe en tantas familias? Qué dolor tan grande para nosotros tener qué decir esto. Lo mejor es que se desmovilicen y nosotros los llevamos a esos sitios con el fin de que nuevamente se resocialicen y lleguen a la vida civil.
AL: ¿Cómo está organizada la Tercera Brigada?
La Tercera Brigada tiene 2 batallones de infantería, un batallón de ingenieros, un batallón de artillería, un grupo Gaula, un batallón de Policía Militar, un batallón de alta montaña y diferentes unidades que cumplen labores administrativas. En la jurisdicción del norte del Cauca, la responsabilidad le corresponde al Batallón Pichincha en cabeza del señor Coronel Rojas.
Teniente Coronel Francisco Antonio Rojas Castro, Comandante del Batallón Pichincha
AL:¿Usted qué informe le puede entregar a la comunidad nortecaucana y el departamento del Cauca en general sobre su gestión como Comandante de Batallón?
El Batallón Pichincha ha sido un batallón insignia, un batallón adscrito a la Tercera Brigada del Ejército, un batallón de Infantería. Cumplió en el mes de julio 190 años de historia. En este tiempo de historia, el batallón se ha destacado en el norte del departamento del Cauca, en especial en los municipios de Suárez, Buenos Aires, Santander de Quilichao, Puerto Tejada, Padilla, Villa Rica, Guachené y un municipio en el sur del departamento del Valle que es el municipio de Jamundí. Los resultados se han efectuado a lo largo del año, se han hecho diferentes capturas contra las redes de apoyo al terrorismo de la Columna Móvil Jacobo Arenas, del Frente Urbano Manuel Cepeda Vargas, del Sexto Frente de las FARC, que delinque en esta área. De igual manera, hemos incautado gran cantidad de insumos para el procesamiento de coca y marihuana que baja de la Cordillera Central, como también, se han descubierto y destruido caletas y material artesanal de guerra. Dentro de nuestro Plan República, emanado del comando superior, hemos desarrollado las diferentes misiones para mantener la soberanía sobre nuestro eje vial, la carretera panamericana y sobre la variante que sale hacia el departamento del Valle.
Igualmente, la responsabilidad que tenemos con la infraestructura eléctrica y económica, se ha ejercido con especial entrega. Hemos sostenido diferentes combates en el municipio de Suárez, en la represa “La Salvajina”, en los intentos que tuvieron los bandidos de las FARC por obstaculizar la vida normal en la región.
AL: La gente común y corriente – que somos todos los ciudadanos de esta región – ¿Cómo podemos tener acceso al apoyo militar cuando se requiera, cómo acceder a ustedes?
El Batallón Pichincha en especial, tiene un puesto de mando atrasado en la ciudad de Cali, y un puesto de mando adelantado en el municipio de Santander de Quilichao. Nuestros teléfonos figuran en los diferentes directorios. Tenemos teléfono de la base de Santander, en la Base del puente Valencia, en la base de Suárez, Cauca; son teléfonos fijos que pueden ser contestados las 24 horas del día para cualquier tipo de información y hemos entregado propaganda en los diferentes sectores.
AL: En Santander de Quilichao últimamente se ha acrecentado la explotación minera ilegal. ¿Ustedes actúan sobre este problema?
Atendiendo las diferentes denuncias que ha habido contra la minería ilegal, algo que se ha convertido en fuente de financiación de los bandidos de las FARC, nos hemos visto precisados a combatir estos focos, a pesar de que la gente pone resistencia porque muchas veces se trata de su propio sustento económico; pero de acuerdo con la legalidad, y en defensa del medio ambiente, no podemos ceder en estas operaciones. En la vereda Ardobelas realizamos incautación de maquinaria y cada vez que recibamos denuncias, o por órdenes de la Fiscalía, actuaremos contra minería ilegal. Allí se decomisaron dos retroexcavadoras que estaban destruyendo la cuenca del río Quinamayó, causando un gran daño ecológico. Se capturaron dos personas que quedaron a disposición de la Fiscalía de Santander de Quilichao.
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