Por:
Yamil Orlando Mendoza Chacón
En estos momentos se encuentra en el Congreso de la República un
proyecto para legalizar la compra de tierras en territorio colombiano por parte
de compañías extranjeras, impulsado por el partido de la U, con apoyo
incondicional del gobierno; como quien dice que a pesar de la experiencia de la
época del colonialismo, nos gusta seguir bajo el yugo extranjero; o siendo un
poco suspicaz, será que los intereses son otros.
Ya existen experiencias como el caso del continente africano,
donde países como Mozambique, Uganda, Zambia, Sudán del Sur, Tanzania, Etiopía,
Liberia, Madagascar, Congo, por vender sus tierras a compañías internacionales
para producir alimento, se ha causado desplazamiento de la población rural, de
sus cultivos tradicionales y en este momento viven de la asistencia humanitaria
para combatir el hambre y la desnutrición.
Según El Tiempo, hace unas semanas grandes extensiones de tierra
que forman parte de los ríos que nacen en el Macizo Colombiano, han sido
compradas en forma apresurada por extranjeros en el Putumayo, Huila, Caquetá,
Nariño y piedemonte de la cordillera Oriental. Estas personas tienen bien claro
que para los próximos 20 años se debe producir un 70% más de comida para 3.000
millones de habitantes y por lo tanto se necesitan tierras con agua y fértiles;
porqué señores congresistas no miramos más allá de nuestras narices; vuelvo y
pregunto ¿cuál es el afán y cuáles los intereses reales para no mostrar
pertenencia por nuestras riquezas?
En América Latina la inversión en agricultura solo es del 3%;
mientras que en Europa es del 50%.
¿Porqué este proyecto no se socializa con las comunidades? lo que
para los europeos es previsivo, para nosotros es mediatista.
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