Phanor Terán desde Tunía, patrimonio cultural del Municipio de Piendamó
En estos días, cuando, para variar se suscitó uno de los tantos apagones que no le responden a nadie por los daños y perjuicios que ocasiona, providencialmente buscando la vela para alumbrar en medio de mi revoltijo, me encontré con la estampita que el señor Alcalde repartió en moto, con ocasión de su campaña liberal.
Con vela de a quinientos a mano, y estampita de mi San “Roda” que de pronto “Llega”, pues no pude evitar intentar entre la penumbra, los ladridos de los perros y el maullar de gatas detrás de gatos, una rogativa revuelta con magia negra, alfileres de cabeza negra, y una pezuña que guardo desde mis tiempos de boy scouts.
Le pedí a mi San “Roda” que de pronto “Llega” que me explicara si como comandante en jefe de la Salud municipal había ordenado una vacuna para salvar a los viejitos de la influenza, gripe, catarro, mocoseadera o tos de perro que llaman. Porque, y ahora reconozco bien incauto y sonso que fui para dejarme aplicar la vacuna aquella que no ha hecho otra cosa que acumularme gripe tras gripe en el último año recorrido. Gripes que van desde el resfriado común con fiebre de pollo, hasta una que tuve dos meses y que ya más bien parecía sífilis con una mucosa plástica de pegante para PVC.
Clavándole un alfiler en el Centro Democrático del entrecejo, por aquello de ser mi San “Roda” que de pronto “Llega”, jefe indiscutible de las huestes rojas uribistas de Piendamó, le pregunté si como comandante en jefe de la policía local ha ordenado una encuesta de la Policía Nacional donde se anda averiguando que el agua moja: si hay homicidios, hurtos, riñas, caletas, estafas, estupros, violaciones, prostitución, y quema indiscriminada de marihuanita, bazuquito y demás trapisondas que nos inventamos los humanos para sobrellevar el no mirarnos al espejo. Ni traía la autorización respectiva como tampoco el visto bueno del Señor Secretario de Gobierno Municipal.
Como tardóse la vuelta de la energía eléctrica, alfileres en mano y ruciando agua de ruda “ventiada” en la cabeza y en el pecho, tuve tiempo de sobra para aguijonearle los sobacos a fin de que me explicara cómo es que los monopolios del gas, de la telefonía y demás juguetes de la comunicación pasan raudos sus cables, instalan sus antenas por nuestro municipio y no vemos por tales derechos más que como cualquier alcalde en campaña que se respete una que otra volquetada abriendo huecos y tapando huecos. Que el Centro Comunitario, o casa de guadua de todo sirve hasta para cuota de los concejales menos para lo que se proyectó y ejecutó. Que el tal acueducto regional del Bermejal ya se tragó 3000 millones y nada que bombea lodo con agua, que el consabido plan de depor.. y cul…
Menos mal que apareció la bendita luz eléctrica.
Febrero 16, 2013
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