miércoles, 13 de febrero de 2013



LOS LEONES CELEBRAN EN CALI


Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

Susana Posada, la directora del Zoológico de Cali nos ha hecho llegar por medio de El Espectador la siguiente nota: “La señora madre Limón y el fortachón Mokú, respetables huéspedes de esta heredad, están invitando a caleños y foráneos al baby shower de sus tres cachorros. Nacieron en buen estado y retozan al lado de su mamá Limón. Mokús, en tanto, merodea muy cerca en espera de los trozos de carne. Podrán llevar cámaras, juguetes, bombas y patines para proteger sus uñitas”.

Qué tierna esta nota del periódico virtual de los Cano, en primer plano a la derecha, donde será muy vista. Al lado, aparece la figura eximia del Papa, que ya cuenta sus días en el trono a donde lo subió don Pedro ya hace ocho años y ante quien confesó que no tiene fuerzas para seguir evangelizando.

Los cachorros tendrán, pues, dos nacionalidades, la africana, por proceder de padres del Zerengueti y la colombiana por haber nacido en Cali. Podrán viajar sin visa y por cuenta del Zoológico cuando así lo decidan sus padres. Feliz la tríada felina corretea por el preciso límite que le fijan las autoridades y estará vigilante Limón para alimentarlos y no dejar que los cóndores alcen con ellos. Aprenderán a convivir con sus vecinos de varios países y, de seguro, no atacarán ni asaltarán ni de noche ni de día, aunque todos los consideren fieras salvajes.

Ver en la prensa notas como esta refresca la vista y los ánimos en medio de tanto anuncio de entrega de tierras, de casas gratuitas, de que suspenderán por un tiempo la explotación de carbón, de nuevos secuestros y asaltos, de que no se acaban los líos para Inverbolsa y más y más circo. Ya nadie habla de la ponencia del magistrado Pretelt en la más alta Corte que pondría el freno de mano a las exorbitantes pensiones de parlamentarios y colegas de todas las cortes. Parece que las redes sociales no tuvieran eco, que la sanción social no les pesara en el cogote a tales señores y que tuvieran piel de león o de rinoceronte.

Vivirán los leoncicos por largos años y verán morir a sus padres en su cueva. Pero no verán terminar la carretera de Buga a Buenaventura aunque se entreguen parcialmente las obras sin que haya quien las audite. Seguirán oyendo a lo lejos las descargas de ametralladoras y no los dejarán dormir las aspas de los blackawks que rugen por encima de sus cabecitas. Tampoco esperarán ellos que sus rugidos asusten a los orondos políticos que solo saben aprobar lo que a ellos les conviene y ponen talanquera a quien impedirlo se atreva, como el gato bandido de Pombo.

Asistiré al babyshower de los tres cachorritos y les llevaré una bolsa de leche y una garrita de plástico con sabor a carne para que afilen sus dientecitos de leche. Los saludaré de lejos, no por ellos, sino por el celo de sus padres que no les quitan el ojo de encima. Porque ellos sí saben lo que es educar a sus hijos en su casa.

12-02-13                                 6:28 p.m.

No hay comentarios:

Publicar un comentario