UN VISTAZO A VILLA RICA
Por Alfredo Viveros
Siguiendo sus tradiciones culturales el municipio de Villa Rica celebró este sábado las tradicionales fiestas del Niño Dios.
Es considerado como un legado cultural heredado de los ancestros y cultivado durante muchos años por Ana Tulia Olaya (Manato) las fiestas de adoración por el nacimiento del creador que evocan tiempos divinos pero también nos ubican en ese pasado cruel donde las personas eran tratadas en condiciones inhumanas y sometidas a crueles prácticas esclavistas. Según se desprende de las anécdotas de Manato, en tiempos de la esclavitud no era posible festejar la navidad y año nuevo pero de alguna manera en los meses de enero y febrero se hacían actividades similares a las que aún se realizan para adorar al niño dios y de paso se disfrutaba de una fiesta con mucho aguardiente al estilo de la época.
Villa Rica está entre los municipios que conserva esta tradición a punto que se trabaja por parte de cultores en proyectos que apuntan a inculcarle a las generaciones actuales la necesidad de conservar esta riqueza cultural que podría ser declarada patrimonio de la humanidad.
Las adoraciones son amenizadas generalmente por grupos musicales que utilizan como instrumentos la tambora, las maracas o quijada de burro, el cununo, el violín y otros instrumentos que ponen a bailar a adultos y niños con un género o ritmo musical conocido como fuga.
Este año se vio un gran interés por parte de la juventud y etnias diferentes a los afros y en ese orden los asistentes disfrutaron de la fiesta hasta altas horas de la noche.
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