Por: Santiago Zambrano Simmonds
Nada más absurdo e irrespetuoso que calificar como “injusto” el paro cafetero que se está desarrollando en Colombia aseveración hecha y respaldada por los dos ex - empleados estrella de la Federación: Santos y Restrepo, y por el hijo de un ex gerente: Cárdenas.
No entiendo cómo no recuerdan y comparan el aporte que ha hecho la caficultura en la pacificación rural del país, en el control de cultivos ilícitos y por supuesto en el sustento de más de 600.000 familias colombianas, con la situación actual: Una población pacífica, con arraigo cultural pero cada día más empobrecida, que insistentemente le ha pedido al Gobierno decisiones de fondo en materia cafetera.
Gente que desde hace varios años, viene diciéndole al Gobierno que las medidas de tipo macroeconómico tomadas los han dejado desprotegidos. El problema del café y de la agricultura en general no es problema de un gerente, sino efecto de la decisión del gobierno Uribe de convertir Colombia en un país minero, buena o mala decisión, pero al fin de cuantas improvisada. Improvisación que se refleja en que aún después de más de nueve años, la nación no ha asumido ese nuevo rol, que como tal, tiene sus efectos y que necesariamente conlleva, entre otros, a cuantificar y asistir el sector agropecuario y la seguridad alimentaria, eso sí, con el riesgo de convertirnos posiblemente en un país de haraganes o en el mejor de los casos, de “pequeños burgueses”, pero ese es otro tema.
Irrespetuoso también que algunos sectores de la protesta lo hagan contra la Federación y su Gerente, olvidándose del beneficio que por tantos años hizo y en el para-estado que se convirtió, impactando positivamente poblaciones que ni el mismo Estado pudo. El manejo del actual gerente de la Federación ha sido trasparente, de cara al caficultor y obrando en la medida de sus posibilidades, a veces la gente se olvida que la Federación no es el Estado Colombiano. Ahora bien, ahondando, extrapolando y viendo el origen de algunos radicales que organizan la protesta, se percibe un tufillo de revancha y rencor porque quien hoy dirige la Federación no tiene origen en el antiguo eje cafetero sino que es caucano. Tibio ha sido el Gobierno y los Ministros de Agricultura y Hacienda en tomar decisiones y en respaldar a la Federación en todo éste proceso de negociación con los cafeteros que como quiera lleva varios años. Se debe recordar los portazos que dio el ministro Restrepo cuando la elección de Luis Genaro Muñoz, como también preguntarnos ¿por qué ahora es malo el Gerente que le ha tocado lidiar medidas económicas que atentan contra el agro y no lo eran los de antes, cuando el país vivía alrededor del Café, época en la que se acabó el ahorro de los cafeteros representado entre otros, en la Flota Mercante Grancolombiana, el Banco Cafetero y la aerolínea ACES?... Es como si el nuevo eje cafetero compuesto por Huila, Nariño, Valle y Cauca no tuvieran también derecho. Esto ya se convierte también en un tema de región.
Debemos también recordar que la Federación apenas comercializa el 30% de la cosecha cafetera, y de no ser por el precio de sustentación implantado, el año pasado, los privados que comercializan el 70% de la cosecha, la hubieran podido comprar por un billón de pesos menos, de lo anterior se puede colegir que hay intereses de quitarle fuerza a la Federación.
Finalmente pero no menos irrespetuoso lo que están haciendo algunos anarquistas que promueven el cierre de las vías afectando al resto de la población y peor en un departamento tan golpeado y vulnerable como el Cauca. Ojalá el Gobierno deje la prepotencia y negocie con humildad y patriotismo pero que también sepan los anarquistas y los mamarrachos que ésta vez ni Popayán ni el Cauca podemos permitir que nos sitien.
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