Reinel
Gutiérrez
Señores deportistas: Cordialmente los saludo con el deseo que se
encuentren bien y dispuestos a participar en las competencias de los Juegos Nacionales.
Después de este corto saludo paso a decirles lo siguiente: La ciudad que los
recibe es su casa por estos días pero quiero manifestarles que cuando uno
recibe visita hay que prepararse. Es necesario asear, limpiar, lavar, sacudir,
brillar, enlucir, acondicionar, bañarse, peinarse y toda suerte de acciones
mas. Hay que ponerse el mejor vestido, ése que siempre se usa para matrimonios,
agasajos, cumpleaños, divorcios, entierros, posesiones, y cocteles.
Ante todo, hay que dejar bien presentada la sala con sus alfombras,
lámparas, adornos, diplomas, medallas, condecoraciones, trofeos, cuadros y demás,
porque es el sitio adonde van a llegar. Podrán pasar al comedor naturalmente, a
las habitaciones, de pronto, a la cocina, pero al patio de atrás no. Colombia
es una sola por lo tanto los problemas de una región son los mismos de otra, lo
que pasa es que se tiende a ocultarlos. Ustedes bien saben que al ser humano le
gusta la "aparentadera", y que acá con tener carro, exhibe uno una
imagen de que está muy bien, así lo esté todavía pagando por crecidas cuotas.
Por este motivo si ustedes al estar en la zona bonita de la casa
no hallan mendigos o locos, es que los encerramos al fondo. El bobo de la
familia, de idéntico modo, está allá. También en el interior amarramos al que
sabe todo sobre la desaparición de dineros del Cauca que estaban destinados a
la salud. Es que no me van a creer, pero por acá también hay casos de corrupción.
La gente parece alelada, pero no, es muy hábil y no pierde oportunidad, como
ocurre por allá en Bogotá, Medellín, o la Costa.
En la parte agradable encontrarán paisaje natural, museos, obras
de arte, gente que sonríe, guías de turismo, y hasta policías amables.
Pero Ustedes bien saben que cuando la visita se va, la casa vuelve
a ser la misma, apática, un poco descompuesta, sin jefe de hogar, o cosa
parecida.
Los que estaban en el cuarto trasero o en el patio, ya pueden
regresar a la sala de recibo, pero suerte parecida correrán si se nos ocurre
realizar una reunión de alto nivel, unas procesiones, etc.
Señores atletas, escribo esta carta a la antigua, con lapicero, y
en un sobre de bordes rojos y azules, también bastante perfumada. Perdonen la
mala letra y la ortografía. Se despide de Ustedes su más seguro servidor...
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