domingo, 4 de noviembre de 2012

Ingratitud, hija de la soberbia

FABIO ARÉVALO ROSERO MD

Tener muchas razones para sentirse honrado y colmado de satisfacciones, es uno de los mejores momentos en la vida de un ser humano. Se pasa del éxito a la felicidad. Por ello me doy licencia para compartir que mi desempeño en medios de comunicación, un pasatiempo cultivado con dedicación y pasión, me ubica sorprendentemente en lugar de privilegio, allí donde más que estar a la vanguardia, lo más valioso es el capital de confianza construido. Esto permite credibilidad con poder transformador. Así mismo, estar nominado al Premio Nacional de Paz 2012 con el proyecto Zona Feliz, no es asunto de poca monta. Es un triunfo inesperado que me llena de orgullo.

También me da orgullo y gran satisfacción poder entregarle a la región el resultado de una gestión de varios años, que permitió que toda una comunidad lograra un sueño: tener unos Juegos Deportivos Nacionales, con todos sus valores agregados. Es un verdadero acto de paz. Trámite en el que ninguno de los actuales dirigentes o gobernantes demostró interés (antes de), ni participó directamente, pero como es común cuando se alimenta el subdesarrollo provincial, se maquilla y se esconde la verdad.

Esto podría ser decepcionante, pero sin duda es preferible crear ingratos que dejar de hacer el bien, entendiendo que el mendigo mental es pobre en agradecimiento. Mucho más en reconocimiento, ya que la envidia además de desdicha, es una declaración de inferioridad. Pero como lo apuntó Unamuno: “La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”, por ello dicen que si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos. Aunque la ingratitud no basta para desanimar a la caridad, sirve de pretexto al egoísmo y a la mezquindad.

Así son muchos corazones tan inclinados al mal, que olvidan mil servicios que les hacen, pero se molestan, amenazan e intimidan cuando se les recuerda. Como lo dijo Cervantes “La ingratitud es hija de la soberbia”, una característica de los dirigentes sin talante, ni sabiduría, que creen tener razón, pero caen en la torpeza y el fracaso. Pero la ingratitud de los mediocres, es una experiencia que enriquece el alma, y ello ya es bastante ganancia.

Pero como hay que dar ejemplo de gratitud, haré un homenaje a un sector representativo de amigos y seguidores. Unos mil serán mis invitados especiales a una de las mejores galas de la historia, el “Stand Up Comedy” más original y transformador del mundo (“La cita con el jefe, 10 pasos certeros para un exitoso infarto”), con el show de un cantante internacional. El más importante certamen de promoción y prevención en salud de la región, donde cada invitado recibirá dos obsequios de vida. Si Ud. quiere ser uno de ellos y quiere arriesgarse a mejorar su vida, puede escribirme (fabio121@gmail.com)

Apostilla: Con satisfacción hicimos la parte más difícil para el logro de la sede de juegos con el respaldo del gobierno nacional que cumplió. Las administraciones municipales hicieron lo suyo. Preocupa el apoyo a los deportistas. ¿Por qué, seleccionados, por ejemplo, de karate do debieron viajar con recursos de uno de sus dirigentes?, y con pasajes costosos. Además de las autoridades competentes, el gobierno deberá vigilar más de cerca el tipo de destinatarios de inversiones oficiales, pertinencia y legalidad. No sea que se apoye a particulares o parientes en vez de los deportistas. Mi gratitud eterna a los lectores, oyentes y seguidores, incluso a unos pocos malintencionados, que no se pierden esta columna. Sin darse cuenta nos hacen un favor.

Felicitaciones a Alejandro Solano y sus pupilos de judo por sus logros, siempre los esperamos.

Para explicar la realidad de esos precarios personajes atrasados a quienes sus resentimientos y envidias les impide resistir grandes alturas (como a las ratas), esta bella historia:


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