Por:
Yamil Orlando Mendoza Chacón.
La aseveración del crecimiento del sector rural por parte del
señor ministro de agricultura en un 2,2%, da la impresión de que el señor se
basa en los informes globales; los cuales enmascaran la realidad del país y que
al momento de someterlos a una prueba “ácida”, no resistirían el análisis
estadístico al tener en cuenta en forma unitaria cada cadena productiva.
Los agricultores que vivimos la realidad en el campo, nos damos
cuenta de que por el lado de la producción esa afirmación no es correcta al
observar que tenemos que importar café, trigo, maíz, soya, cebada, y ahora
último la importación autorizada de 90.000 toneladas de arroz para satisfacer
las necesidades del consumo interno.
Da la impresión de que solo se desea mostrar resultados positivos
globalmente cuando en su interior no lo son; cuando el divisor es pequeño el cociente
crece y parece que esa es la política hacia el sector rural, entregarle la
tierra a las grandes multinacionales, ignorando las UAF (unidad agrícola
familiar) y confirmando lo expresado por el saliente director del INCODER,
cuando afirmaba que para las personas que no tuvieran plata, lo conveniente es
entregar la tierra a los grandes capitalistas para que las vuelvan productivas
y en el papel mostrar un crecimiento económico; eso no es gestión; la realidad
está en que tenemos grandes problemas como la educación rural adecuada, la
extensión rural, suelos, agua, semilla, implementos, investigación.
Les recomiendo acceder a la conferencia del señor Polan Lacki
sobre “Factores determinantes del desarrollo rural exitoso” en un simposio
realizado en México en el mes de Septiembre pasado, en donde en forma sencilla
nos expresa que estamos sometidos a dos grandes influencias, una la
globalización donde debemos competir en el mercado internacional con productos
de excelente calidad a bajo costo y dos, el neoliberalismo donde se pierde la
capacidad política y financiera para solucionar los problemas agrarios.
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