JORGE ELIECER ORTIZ FERNANDEZ
“Un Plan de Ordenamiento Territorial o Plan de Ordenación Territorial (también denominado por sus siglas POT) es en el ámbito del urbanismo, una herramienta técnica que poseen los municipios para planificar y ordenar su territorio. Tiene como objetivo integrar la planificación física y socioeconómica, así como el respeto al medio ambiente: estos documentos pueden incluir estudios sobre temas como la población, las etnias, el nivel educativo, así como los lugares donde se presentan fenómenos meteorológicos y tectónicos como lluvias, sequías y derrumbes. Estableciéndose como un instrumento que debe formar parte de las políticas de estado, con el fin de propiciar desarrollos sostenibles, contribuyendo a que los gobiernos orienten la regulación y promoción de ubicación y desarrollo de los asentamientos humanos”.
Hago esta pequeña introducción, tomada de Wikipedia, para que nos identifiquemos en el tema que hoy les propongo a nuestros lectores.
Sin entrar en controversias, considero que es la herramienta más importante con la que cuentan los administradores de la cosa pública para efectos de dar un ordenamiento al crecimiento que día a día registran las ciudades intermedias, de lo cual no se escapa la ciudad de Popayán.
La pregunta que nos hacemos los ciudadanos en general, es si en verdad las alcaldías y de manera directa las oficinas asesoras de planeación le dan aplicación a la normatividad reflejada en los voluminosos libros que contienen el mandato administrativo y legal de los P.O.T. ya que si nos tomásemos la molestia de recorrer las ciudades, tendríamos que concluir que existe ignorancia en el conocimiento de la norma o por el contrario los P.O.T. para lo único que han servido es para que los dueños de tierras y negocios de todo tipo hagan uso de los lineamientos para colocarlos en provecho mismo y si es del caso lograr el beneplácito de los encargados de administrar el ordenamiento territorial con la complacencia de los concejos para que abruptamente modifiquen los usos de suelo, violando los derechos de ciudadanos que si dan cumplimiento a las normas municipales.
Esta reflexión, en consideración a lo que está sucediendo en la calle 18N entre carreras 6 hasta la 9, específicamente en inmediaciones de la Clínica Salucoop. Cómo es posible que alrededor de esta casa asistencial proliferen tiendas que expenden licores y hoy día se convirtieron de la noche a la mañana en discotecas, no por favor, a colocarle orden a la ciudad, este es un llamado cordial al señor alcalde de la ciudad y especialmente al administrador de nuestro ordenamiento territorial, al señor asesor de Planeación, Carlos Horacio Gómez, que a propósito, incluyéndome, somos vecinos del sector.
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