sábado, 9 de febrero de 2013


EL CARBÓN EN SANTA MARTA ALEJA EL TURISMO


Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

¿Qué se hicieron los turistas que antes pululaban en el limpio mar de Santa Marta? ¿A dónde se fueron las olas que alegres retozaban en El Rodadero, en Taganga, en Playa Blanca y en la paz de la Bahía? Las espumas blancas, los veleros con bandera de colores y los gusanos verdes ya no llevan en su lomo a chicos y sirenas batiendo sus brazos y gritando de contento…

La superficie del océano con sus crestas juguetonas está cubierta de una capa cenicienta a causa de limo fino que dejan las toneladas de carbón morralla que llega en pesadas barcazas y lo derraman en sus aguas, sin misericordia, a cualquier hora del día o de la noche.

Las fortalezas que impidieron el saqueo de los tesoros que poseen los samarios y la invasión de los piratas ya tienen sus almenas vacías. No hay quien otee el horizonte para ver lo que ocurre en los alrededores y en las cercanías de la ciudad fundada por Bastidas. Ni los alcaldes ni los personeros ni las autoridades ambientales cuidan el principal bien material natural que tienen frente a sus narices.

Los habitantes rasos ven con impotencia cómo su ciudad cada día va perdiendo su lozanía. Los vagones de un tren van repletos por entre los turistas, con la presa de la Drummont en su barriga. Llegan de las minas Cerrejón con la carga preciosa y se la llevan para el exterior a cambio de unas regalías miserables. El retal, la escoria, los desperdicios los cargan los concesionarios de las multinacionales en barcazas de 3000 toneladas y lo depositan callados en el mar, a poca distancia de los manglares y de la ciudad.

Quiso la mala suerte para quienes arrancan la riqueza del subsuelo patrio y la buena suerte para Santa Marta que una barcaza tuvo un accidente y se volteó ante la mirada atónita de la ciudadanía y de la autoridad amañada. Nadie lo previó y ahora los responsables no pueden ocultar el daño continuo que estaban llevando a cabo.

El perjuicio ambiental es sumamente grande. La Universidad Nacional y la de Cartagena han investigado cuál es el grado de contaminación y cuáles son las sustancias letales que contienen estos polvillos de carbón que vierten las numerosas barcazas día a día en el océano.

Jesús David Pacheco en la tesis presentada dice: “El carbón es una de las fuentes de energía más utilizada, su uso es globalizado y está muy ligado con el desarrollo industrial, sin embargo, es considerado como el contaminante de fuente de energía fósil más importante del mundo… pudo concluirse que el polvillo de carbón es una sustancia potencialmente citotóxica al mostrar una CL50 menor a 10 mg/L, indicando el grado de peligrosidad de dicho material, especialmente para los ecosistemas marinos y/o estuarinos (hábitat de A. franciscana)”. *

¿Cómo reparará la Drummond a Santa Marta por contaminar su mar alterando el ambiente, las condiciones de la pesca y lo que esto significa para pescadores y personas que ingieren los productos que sacan? ¿Cómo resarcirán al comercio y hoteles el alejamiento del turismo? ¿Cómo responderán por la muerte de corales, manglares y especies marinas?

07-02-13                       11:54 a.m.

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