lunes, 4 de febrero de 2013

LA CALIDAD EDUCATIVA RURAL EN EL CAUCA, UNA ILUSIÓN MARCHITA


ALBERTO BUSTOS GONZALES
CELULAR: 312 736 75 65

Mientras que el gobierno nacional plantea cambios en el sistema educativo, buscando la calidad necesaria para que nuestro país pueda ser competitivo, nosotros, los caucanos y especialmente los campesinos, vemos esta posibilidad cada vez más lejana. Año por año se incrementan las distancias en calidad del servicio educativo. Hoy, las grandes instituciones cuentan con un ambiente educativo apto, su infraestructura pertinente, el mobiliario suficiente; están dotadas de material didáctico y tecnológico moderno (computadores, fotocopiadoras, equipos de sonido, etc.), al servicio de un cuerpo directivo que goza del acompañamiento de un grupo de administrativos (secretarios, bibliotecarios, vigilantes, aseadores), que le facilitan el quehacer diario. A esto le añadimos que estas instituciones sí cuentan desde su primer día del año escolar con un equipo docente, nombrado, asignado por especialidades, que tiene las horas destinadas para atender un grupo o su área de acuerdo con su perfil, equipo de docente que está apoyado por psicólogos y profesionales universitarios listos para atender los casos individuales, de desadaptación o problemas psicológicos de los estudiantes. Educandos que gozan del servicio gratuito de trasporte y desayuno escolar diariamente.

Pero nosotros, los que habitamos departamentos tan atrasados como el nuestro, debemos contentarnos con unas instituciones rurales que no tienen ni siquiera las aulas suficientes para albergar el número de estudiantes matriculados, instituciones que atienden sus clases en la caseta comunal, en la capilla evangélica o católica o en el peor de los casos, en la sala de las casas. Instituciones educativas cuyos pupitres datan de los años 80, donados por Fedecafe, o consisten en una tabla apoyada en troncos de madera, si no es que en el mejor de los casos, se ha recibido una donación de pupitres que han sido, dados de baja de otras instituciones de más alto rango. Allí no terminan los problemas. Solo empiezan, pues estos centros del saber, cuentan en el mejor de los casos, con un rector por encargo ¡sólo! sin apoyo de coordinadores, sin administrativos (secretarios, aseadores, vigilantes, bibliotecarios) ¡! hombres valientes estos, que se vuelven “toderos” ¿hacen de todo?, hasta transcribir las notas a mano pues carecen de equipos de oficina pertinentes. Más grave es la situación cuando este olvido se profundiza al no contar con material didáctico y tecnológico para ofrecerles a sus maestros, peor aun cuando gran número de instituciones no cuentan ni siquiera con el servicio de energía, tan necesaria para esta labor educativa.

Son de admirar estos servidores públicos que se exigen al máximo, arriesgando su salud, su tranquilidad y hasta sus vidas por tratar de cumplir en estas condiciones, con la misión de liderar procesos educativos. Pero mucho más admirable son los maestros, que aun en estas condiciones multiplican sus esfuerzos por hacer patria, maestros que son asignados para áreas diferentes, incluso a su formación académica, maestros que deben atender en primaria dos, tres y hasta cinco grupos, sin ningún apoyo didáctico, sin contar con la ayuda de psicólogos u otros profesionales universitarios.

¿Así como culparlos? solo tenemos felicitaciones para ellos, pienso que son los mejores, aun en estas condiciones laboran con amor, responsabilidad e idoneidad, atendiendo niños que por su situación económica no tienen útiles pertinentes, que llegan cansados, con hambre, por trasladarse a pie desde kilómetros de distancia.

¡ILUSION MARCHITA!, repito una vez más. Ahora más que nunca cuando dicen que en el Cauca sobran profesores, que deben trasladarse, porque sumados los alumnos matriculados 2013, quedan sobrando. Considero que estas cuentas están hechas en “bruto” (el que lo entendió, lo entendió, dijo un humorista colombiano), pues a muchos de nosotros haciendo las cuentas no nos da el mismo resultado.

Como que sobran y se los llevarán mientras que por ejemplo y para muestras claras en Santander de Quilichao, en el 50% de los establecimientos educativos rurales hay un solo docente atendiendo, preescolar más primero, más quinto, mejor dicho hay docentes atendiendo mínimo dos y tres grados, lo cual no garantiza que estos niños en ninguno de estos grados puedan recibir una educación de calidad como la estipula la Constitución de Colombia, además, se viola la ley general de educación la cual dice que un niño en preescolar deberá recibir mínimo 4 horas de clase diarias en primaria. La pregunta inmediata es ¿si un maestro atiende tres grados cuantas horas dedica por grado, si sólo trabaja 5 horas al día?

¡Respuesta absoluta!, estamos violando todas las normas educativas, ¡sobran maestros! Deben ser reubicados los maestros necesarios para atender grado por grado cualquiera sea el número de estudiantes, el Cauca es diverso y está disperso y los derechos son para todos.

Conozco a los directivos de Bienestar Familiar encargados por ley, para garantizar los derechos de los niños a pronunciarse y a mis conciudadanos a que nos unamos para entutelar el derecho a una educación de calidad.

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