domingo, 3 de febrero de 2013

LA BANALIZACIÓN DEL CONFLICTO


CREPITACIONES 2013

POR LIC. JAVIER ENRIQUE DORADO MEDINA
Correo electrónico: jaendor70@hotmail.com
Twitter: javiergolden_

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), el sustantivo banalización significa acción y efecto de banalizar, pero como al leer esta definición quedamos en las mismas, es decir, azules por no entenderla bien, entonces buscamos el verbo banalizar y descubrimos que significa dar algo carácter banal, entonces nos frotamos los ojos porque otra vez no entendemos ni jota, y en vez de quedar azules, nos ponemos verdes de la envidia, al estilo Hombre Increíble, y para salir de este lío idiomático, seguimos aferrados al Diccionario y de una vez por todas, para salir del atolladero en que nos metimos, buscamos el adjetivo banal y encontramos el significado correspondiente: trivial, común, insustancial. Ahora sí, como estos adjetivos son más entendibles y digeribles como diría algún chistoso por allí, entonces el título de esta columna, ahora sí es comprensible para mis queridos lectores: lo trivial, común e insustancial del conflicto.
Y ahora ustedes dirán, y con justa razón, porqué a este columnista se le ocurrió colocar esas palabras para el tema del comentario. Pues bien, ya para entrar en detalle, en el meollo de la cuestión, fueron dos los motivos sustanciales para hacerlo, entresacados del cúmulo informativo de los últimos días, acaecidos en nuestra realidad nacional. Curiosamente ambos se refieren a la influencia poderosa que ahora tienen los medios de comunicación, asociados con las redes sociales. Me refiero a unas declaraciones del actual ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dadas a la cadena radial Caracol y a una acción mediática inhumana, así lo pienso yo, hecha por el ex presidente Uribe, siempre controversial, ahora en plan político para mostrarse en las próximas elecciones.
En el primer caso, a la hora de calificar las continuas masacres que han sacudido a nuestro país, hechas por guerrilleros y paramilitares, el mencionado ministro las calificó como “masacres famosas”. Si nos atenemos a las noticias y renombres en sí mismas sobre esas masacres, el ministro tiene razón y le sobra, por cuanto los medios y las redes se encargaron de darlas a conocer, de comentarlas, de mostrarlas en toda su dimensión trágica, en su momento, cuando sucedieron. Una vez pasado el tiempo, cuando el dolor y la tragedia han quedado acumulados en el alma y la memoria colectiva, no creo, y es mi concepto personal, mi opinión, que una masacre sea famosa.  Es decir, este es un ejemplo de cómo el conflicto se ha banalizado, se ha vuelto insustancial, común y corriente, como si nada hubiese pasado.
Y para concluir, les presento la joya de la corona, cuando el ex presidente Uribe, mostró como trofeos de victoria, en Twitter, las fotos espeluznantes de tres policías asesinados en la Guajira, en un caso denigrante que hiere el alma nacional y los derechos humanos. El colmo de los colmos.

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