lunes, 2 de julio de 2012

“¡PAGALE PIEZA...!”


Reinel Gutiérrez

Los seres humanos gracias a su inteligencia, habilidad, y permanente observación, logran sacar lecciones de la vida, en el envolvente acontecer de las contradicciones manifestadas en lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo.

En muchos acontecimientos pueden lograr máximas, refranes, anécdotas, o normas, unas de profundo contenido, y otras de doble sentido, con gracia, humor e ironía, pero de todas maneras a la existencia hay que “sacarle jugo”.

Al poner en funcionamiento nuestro sentido del oído, hemos escuchado frases, expresiones o exclamaciones como éstas: “No hay nada más peligroso que un médico con funeraria propia”. “No es lo mismo el sida tiene cura, que el cura tiene sida”. “A este pueblo le dan por allí, y le queda gustando”. “La gallina, el pescado y el marrano, con la mano”. “Los matrimonios de hoy en día, duran lo que dura una flor”. “No se eche la soga al cuello”. “Tengo problemas de azúcar, pero también de arroz, aceite, carne, etc., es decir, se me acabó el mercado”. “Más vale decir aquí corrió que aquí cayó”. “Indio que huye, sirve para otra guerra”. “El que no tiene enemigos, es porque no ha dicho la verdad”. “El que anda armado, está a un paso de la desgracia”. “No apague su radio, porque el próximo mensaje puede ser para usted”. “En política, se ve la obra de teatro, pero no los ensayos”. “Familia que no pelea, no es familia”. “Que gobiernen las prostitutas, porque sus hijos no pudieron”. “Si un hombre no tiene buen humor, está perdido”. “Las rellenas son negras y deliciosas, pero es mejor no ver cuando las hacen”. “Detrás del enfermo, come el alenta'o”. “El noviazgo es ciego y el matrimonio hace abrir los ojos”. “Una vez al año no hace daño... Una vez al mes que rico es... una vez al día que alegría”. “De vez en cuando, hazte extrañar”. “En una mujer de letras, hay un hombre fracasado”. “Si lo oigo, lo olvido... si lo veo lo recuerdo... si lo hago, lo sé”. “Si tú me dejas me mato... me mato un marrano y me hago una fiesta”. “Mi abuelo no tiene una sola cana... es calvo”. “En la cadena del conocimiento, siempre habrá alguien que sepa más que usted”. “La democracia empieza a la hora de votar, y termina a la hora de contar”. “Si camina, corre o vuela, termina en la cazuela”. “Que Dios lo guarde, y no lo deje salir más”. “Si viene la Policía, le dicen que fueron ustedes, yo me voy”. “Primero se acaba la aguamasa que los marranos”. “Déjelo llegar que de lo que traiga, le damos”. “Se aprende comprendiendo, o se aprende sufriendo”. “Más vale mujer fea, que pájaro en mano”. “Está de moda ser ignorante”. “Algún marrano tiene que caer”. “Antes sí había ley”. “Si hay 20 ricos hay 100 pobres”. “El sexo es lo más caro que hay que pagar”. “El que compra lo que no necesita, termina vendiendo lo que le hace falta”. “Los que me acusan de malo, no son tan buenos”.

El afán de amar no tiene tiempo ni espacio, por lo tanto arremete en cualquier parte. Puede ser al pié de un árbol, detrás de un matorral, a la orilla del río, contra una pilastra del templo, enseguida de la estatua del Libertador, en un poste de la energía, debajo de un puente, o en un parque, a las 4, 5 o 6 de la mañana, una de la tarde, 7 o 10 de la noche, provocando entre quienes miran, una exclamación, un reclamo, una crítica, un regaño, una burla, o un sano consejo con estas palabras: “¡pagále pieza...!”

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