miércoles, 1 de agosto de 2012

VIDA PRIVADA DE RAFAEL NÚÑEZ


Miércoles 1 de agosto, 2012
De: Mario Pachajoa Burbano
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Rafael Núñez Moledo, nació y murió en Cartagena de Indias, Colombia, (1825-1894); fue cuatro veces Presidente de los Estados Unidos de Colombia: 1880-1882, 1884-1886, 1886-1892 y 1904-1909. Núñez, según los historiadores Arteaga, era un enigma, muy conocido por su privilegiado talento pero nadie conocía su ser moral.

Siguiendo el texto correspondiente del libro de Historia Política de Colombia de los Arteaga se puede transcribir una sinopsis de la vida "privada" de Núñez.

Nunca fue un buen orador, tenía la voz ronca, desapacible, dureza de modales, desgarbado, pronunciación defectuosa, carencia de toda belleza masculina, no tenía ningún atractivo personal. Núñez conocía las flaquezas humanas, sabía quiénes tienen un precio y que se venden.

La conducta de Núñez como ciudadano era altamente criticable. Se había casado en Panamá con Dolores Gallego, cuñada de José de Obaldía, personaje de gran representación política. Dolores era de excepcional belleza, pero poco inteligente y sin ningún roce social. Pronto la abandonó dejándola madre de dos hijos, sin volverse a preocupar en toda su vida ni de ella ni de ellos. La conducta de Dolores fue intachable.

En 1855 conoció Núñez en Bogotá a Gregoria de Haro, casada en segundas nupcias con un inglés de apellido Logan. Pronto las relaciones entre Núñez y Gregoria eran más que íntimas. Abandonó a su marido para convertirse en la amante de Núñez, aquello no era un secreto para nadie. Logan se entregó a la bebida. Los dos enamorados partieron para Europa, y después de haber vivido dieciocho años Núñez la abandonó. Ella supo consolarse casándose hacia 1873 con H P Gad, escandinavo, nacido en las Islas Vírgenes.

Más tarde regresa Núñez al país; vencido en el campo político por el elegido nuevo presidente Aquileo Parra en 1876; marchó a la Costa a tomar posesión de la presidencia del estado de Bolívar para la que había sido nombrado. Conoció a Soledad Román Polanco, hija de una familia de 17 hijos del español Manuel Román, quien llegó a Cartagena en busca de fortuna y contrajo matrimonio con Rafaela Polanco; de aquel matrimonio nació Soledad, quien si no era bella tenía en cambio un atractivo y un encanto personal inmensos; había desdeñado toda propuesta matrimonial, pero al conocer a Núñez se prendaron mutuamente, a pesar de contar él cincuenta años y ella cuarenta, pero conservaba la gracia de la juventud.

A pesar de los escrúpulos religiosos de Soledad, pues era una ardiente creyente, y del qué dirán de la sociedad, y a pesar de estar casado Núñez, vivían públicamente juntos; pronto ella partió para Paris en compañía de su hermano Eduardo y Núñez a Nueva York, so pretexto de contratar un empréstito. El hermano de Soledad llevaba poder especial de Núñez para representarlo en un matrimonio civil realizado en París el 31 de diciembre de 1887 y rompiendo toda tradición religiosa y social. Después de morir Dolores Gallego, el obispo de Cartagena nacido en Milán, Italia, Eugenio Biffi, el 23 de febrero de 1889, casó mediante matrimonio elevado a categoría de sacramento a Núñez y Soledad.

Pretendió Núñez introducir a Soledad en la alta sociedad bogotana mas no lo consiguió. Muy pocas personas lo visitaron. Dio Núñez un gran baile en Palacio San Carlos el 28 de septiembre de 1884, sus enemigos llevaban jeringas con solución de yodoformo e impregnaron los trajes de los concurrentes para desinfectar, según decían del ambiente pestilente de Palacio.

El Papa León XIII le concedió la condecoración de la Orden Piana. La Orden Piana lleva el nombre del papa Pío IX, que restableció esta antigua orden de la nobleza vaticana fundada por el pontífice Pío IV en 1559.

Rafael Núñez Moledo, Presidente Titular de la República, falleció el 18 de septiembre de 1894, a las 9:30 a. m. víctima de una fiebre y después de recibir los auxilios de la Iglesia representada por el obispo de Cartagena de Indias monseñor Biffi.

El poeta nicaragüense Rubén Darío compuso el siguiente poema a la memoria de Núñez:

En la muerte de Rafael Núñez
[Poema: Texto completo]
Rubén Darío

El pensador llegó a la barca negra;
y le vieron hundirse
en las brumas del lago del Misterio,
los ojos de los Cisnes.

Su manto de poeta
reconocieron los ilustres lises
y el laurel y la espina entremezclados
sobre la frente triste.

A lo lejos alzábanse los muros
de la ciudad teológica, en que vive
la sempiterna Paz. La negra barca
llegó a la ansiada costa, y el sublime
espíritu gozó la suma gracia;
y ¡oh Montaigne! Núñez vio la cruz erguirse,
y halló al pie de la sacra Vencedora
el cadáver helado de la Esfinge.

Referencias: Manuel Arteaga Hernández y Jaime Arteaga Carvajal. "Historia Política de Colombia". Planeta, 1999". Eduardo Posada Carbó. "Sus últimos días". Revista Credencial Historia. 1994.

Cordialmente,

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