JORGE ELIECER ORTIZ FERNANDEZ
Estaba con mi familia
compartiendo en un restaurante de la ciudad y entre la mezcla de varios ruidos
se dejó escuchar desde un teléfono celular una mujer que daba instrucciones
para prestar un servicio de transporte a un ciudadano.
Usted, amigo lector y oyente, se
preguntará y que querrá decir este señor con esta cotidianidad para quienes
tienen que utilizar un servicio público de transporte para poderse trasladar a
su sitio de destino y yo de inmediato le diré que sí existe un detalle
interesante y es que el servicio ofrecido es ni más ni menos que el de
mototaxismo con valor agregado, es decir, con otro tipo de servicios definidos
en el portafolio.
Así como lo escucha y lee. Puede
ser que para la gran mayoría de patojos este tema no sea una novedad, pues para
mí sí que no había tenido noticias sobre algunas reuniones que se llevaban a
cabo inicialmente en el polideportivo del barrio La Esmeralda, luego se
trasladaron al salón comunal, en específico refiero, a un número significativo
de mototaxistas que un día cualquiera tomaron la decisión de no ser parte de un
problema, sino, parte de la solución para el sector del transporte.
Veo con mucho optimismo la
organización y seriedad como el señor Héctor Fabio lidera a este grupo de
ciudadanos y ciudadanas que se cansaron de pasar hojas de vida a entidades públicas
y privadas, se cansaron de ser estigmatizados por las autoridades, valga decir,
que algunos de ellos se ganaron en buena lid la mala voluntad de los organismos
de seguridad, tal vez por su pasado o por que aprovecharon incursionar a esta
labor para buscar otro tipo de actividad como el fleteo, raponazo, en fin, actividades
que llevaron a montar un sistema de seguridad rigoroso para los propietarios y
usuarios de motocicletas, porque a decir verdad, en las redadas caen tirios y
troyanos.
Frente a esta novedad que
indiscutiblemente hace parte de la movilidad en el municipio de Popayán,
considero, y es mi punto de vista, que las 40 familias que hacen parte de la
empresa Domi Expres requieren de la solidaridad ciudadana y del apoyo
institucional, con el fin que muchos otros grupos de familias incentiven su
participación en la búsqueda de alternativas de desarrollo, diferentes a las
que otorga la actividad delincuencial, es nuestro deseo que muchos móviles
sigan sonando, para que los usuarios se transporten seguros y los mototaxistas
lleven a sus hogares el dinero para proveer a su familia vida digna e
integración social.
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