Por: Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca
Como amigo y coterráneo, como liberal y defensor del derecho al trabajo de nuestros mejores profesionales en el Norte del Cauca, no puedo más que sentir complacencia y satisfacción por el nuevo reto que asume el médico Orlan Mina Vergara, quien se posesionó ante el gobernador del Cauca como gerente del Hospital Francisco de Paula Santander.
Tal como lo reportó PROCLAMA, este nombramiento logró superar una serie de inconvenientes y dudas legales a pesar de que Mina Vergara había alcanzado el mayor puntaje en el concurso de méritos realizado por la Corporación Universitaria Antonio Nariño.
El conocido galeno, oriundo de Padilla, con sólidos argumentos jurídicos logró en ultimas demostrarle al gobernador de los caucanos, Temístocles Ortega Narváez, que el acto administrativo de nombramiento no se surtió oportunamente por la duda legal surgida cuando se supo que Orlan Mina Vergara había sido condenado mediante fallo del Consejo de Estado, a responder en una tercera parte, por una condena impuesta al propio Hospital Francisco de Paula Santander.
Superados estos trámites nos parece que el médico asume un gran compromiso con la región nortecaucana dada la importancia de la cobertura y servicios que puede ofrecer esta institución hospitalaria a toda la comunidad.
Quienes conocemos la trayectoria profesional y pública como brillante dirigente negro de la región nortecaucana, sabemos que con Orlan Mina Vergara al frente del Hospital “No se va a perder el puesto, ni se va a perder el negro”, como solía suceder con ciertos profesionales que no supieron aprovechar estas oportunidades en los cargos públicos de relevancia para demostrar la capacidad, transparencia y, sobre todo, en un área como la salud pública, tan vital para el bienestar de las gentes.
Uno de los grandes retos de Orlan Mina será afianzar el nuevo modelo de gestión de la entidad hospitalaria que ya está en marcha, haciendo un especial esfuerzo en la mejora de la eficiencia y la consolidación de la centralización de las compras y la coordinación entre el los niveles de atención, de la especialización y la hospitalaria, con un innovador portafolio de servicios que atienda la demanda de la salud en Santander de Quilichao y el Norte del Cauca.
El médico afronta con ilusión esta nueva etapa profesional de su carrera profesional y desde luego le deseamos desde estas páginas, los mejores éxitos pues sabemos que con su demostrada condición personal y humana son más que títulos suficientes para gerenciar con lujo de detalles y aciertos, un Hospital de la importancia y prestigio como el Francisco de Paula Santander.
De todas maneras, nos parece que desde su nuevo cargo Orlan Mina podrá contribuir junto el personal idóneo con que cuenta el Hospital regional y el mejoramiento de los servicios que allí se prestan, a lograr una implementación de las condiciones de vida de los usuarios, asegurando un nivel de salud de región desarrollada, con tasas de mortalidad y morbilidad bajas; el fácil acceso a los distintos servicios de salud y disponibilidad de todos los servicios asistenciales que exijan los cambios en la estructura de una ciudad con un buen referente en crecimiento como lo es Santander de Quilichao y su área de influencia, así como la evolución de la cultura y el desarrollo científico y tecnológico del centro Hospitalario.
En el Hospital de Santander de Quilichao con la nueva misión gerencial en manos del médico Orlan Mina muy seguramente se podrán también, enfocar nuevos procesos que contribuyan con la calidad de vida de sus clientes, a cuidar y proteger el medio ambiente de la “ciudad de los samanes” y a mejorar las condiciones de vida y trabajo de sus colaboradores, para lo cual los funcionarios, personal médico y trabajadores deberán seguir comprometidos con brindar una atención segura, oportuna, confiable y cálida, como lo han expresado muchos de los pacientes que han tenido que recurrir a sus servicios o como lo reconocen las empresas promotoras de salud con asiento en la región y las propias administradoras del régimen subsidiado.
El médico Mina Vergara, para quienes siempre viven prevenidos con los profesionales negros tenemos que decirles, que es de una personalidad accesible, sin pliegues, alegre, fresca y espontánea, que merece el apoyo de todo el personal del Hospital Francisco de Paula Santander, de la comunidad, las autoridades y la dirigencia de la región, pues de su exitosa gestión gerencial dependerá la salud de miles de nortecaucanos y de un patrimonio tan valioso como lo es el centro asistencial.
Su lucidez, serenidad y sencillez, son indudablemente tres virtudes de aplomo que lo pueden llevar a convertir este Hospital en uno de los mejores del suroccidente colombiano. Si en el pasado han dado todo de sí otros brillantes profesionales de la administración médica que no eran oriundos de la región, cómo no podemos confiar y esperar en alguien de los nuestros que por méritos propios ha llegado en buena hora a gerenciarlo.
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