Reinel
Gutiérrez
Los campesinos manejan la buena fe, trabajan con la esperanza, y
siempre están dispuestos a servir y hacer cosas justas para beneficio propio y
de los demás.
Manejan la creencia, las ilusiones, los afectos y la filosofía popular,
de la cual extraen los dichos, lemas y sentencias aplicables en la cotidianidad
de la vida. Por eso ellos, hacen cosas maravillosas, lástima que sean objeto de
atropellos por parte de los insensatos.
Los campesinos siempre buscan propagar lo bueno y, por ejemplo,
cuando tienen en el patio un gallo fino de pelea, tratan de propagar la
especie. Eso mismo sucede con el perro, y con el toro, a los cuales "hay
que sacarles cría", y en efecto lo hacen.
Entonces surge la pregunta, ¿porqué no hacer esto con los seres
humanos? De hacerse, se les podría sacar muchas crías a personajes como Pelé,
Maradona y otros notables deportistas, científicos, pensadores, escritores, humoristas,
papas, estadistas, reinas de belleza, y pronto aparecerían los
"jugadorcitos, pequeños inventores, reinitas, escritorcitos, y
papitas" que mejorarían el futuro de la humanidad. Por lo menos las
muchachas colombianas ya empezaron la campaña porque el día que arribó a
Colombia el goleador del Atlético de Madrid gritaban: "Falcao, capullo,
queremos un hijo tuyo".
Física y biológicamente esto puede hacerse, lo que sucede es que
se atraviesan la Biblia, el Catecismo, la Constitución Nacional, Profamilia,
Bienestar Familiar, Derechos Humanos, y los códigos penal, civil y ético. De
todas maneras queda la propuesta, ante todo complaciente para los encargados de
la propagación, siempre y cuando no les endilguen la paternidad responsable.
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