jueves, 22 de noviembre de 2012

Hasta siempre… McCausland


Por: Luis Barrera
Editor Proclama del Cauca

Si uno supiera el día que se va a morir se escondía. Pero ¿en dónde...? Cuando muere uno grande del periodismo colombiano uno mismo se cuestiona y piensa ¡qué injusta, qué maldita, qué insólita es la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que admiramos!, como diría Carlos Fuentes.
Gran consternación ha causado en los círculos sociales y periodísticos la muerte del editor general de El Heraldo, periodista, novelista y director de cine Ernesto McCausland Sojo, a la edad de 51 años.
McCausland Sojo nació en Barranquilla, en 1961. Fue periodista, escritor y cineasta. Su gran pasión, aparte el periodismo, eran los deportes, hincha del Junior de Barranquilla. Además de ser Caribe ciento por ciento.


McCausland incursionó en el periodismo siendo muy joven, a los 18 años, en una de las épocas más fértiles de El Heraldo, cuando hacían parte de la sala de redacción Juan Gossaín, Jaime Cervantes, Roberto Pombo, director de El Tiempo; Mauricio Vargas, ex director de SEMANA, bajo la dirección en ese entonces de Juan B. Fernández Renowitzky.
Su especialidad era el género de la crónica, destacándose en prensa escrita, radio y televisión, y ganando 17 premios nacionales de cine y periodismo. El martes 23 de octubre, Ernesto McCausland fue galardonado con la máxima distinción del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, a la Vida y Obra.
El periodista que hace crónica como McCausland es de un verbo amplio, limpio y casi enciclopédico. ¿Su oficio? Aquella profesión en la que no caben improvisaciones ni medias tintas, y sí un franco y absoluto compromiso por las causas justas. Él la adoptó desde hace muchísimos años para consagrarse en vida y corazón. ¿Resultados? El llegar a ser uno de los más connotados periodistas en esta parte del mundo.
Ernesto McCausland Sojo fue un periodista íntegro. En su labor periodística, había abordado una amplia variedad de temáticas, incluyendo política, orden público, administración pública, investigación, deportes, música, cine y otros.
La vida de Ernesto McCausland es un ejemplo para las presentes y futuras generaciones de colombianos, porque además de sus altas calidades profesionales se destacó por su don de gente y el compromiso con el desarrollo del Departamento del Atlántico, la región Caribe y el país.
McCausland como cronista por fue excelente. Era un costeño universal que gustaba de contar, generalmente por escrito, las cosas que han pasado ante sus ojos. Es por ello que no se remitió estrictamente a la labor de un investigador e historiador, sino a averiguar la realidad cotidiana de las gentes.
Como periodista siempre demostró tener un espíritu de lucha por la libertad, vocación por la honestidad, la justicia y los derechos de la gente. Las suyas eran ganas de cambiar este mundo, incentivando en sus crónicas el espíritu crítico.
PROCLAMA se une a las voces de condolencia y solidaridad para con sus familiares, allegados y colegas de El HERALDO en Barranquilla, por el fallecimiento de quien como Ernesto McCausland, siempre tuvo el ánimo y principios para encarar la parte formativa del periodismo sin soberbia, el valor para poner su verdadero nombre al pie de una opinión, el compromiso con la evolución humana y lejanía con los sectarismos y sobre todo, los fundamentos para el sentimiento regional y patriótico y una acción coherente en su vida personal y profesional.
McCausland, fue un periodista que desde muy joven se dedicó a buscar, investigar y difundir la información, ya sea en radio, prensa, televisión o pantalla grande. Fue el artífice y ejecutor excelso de la crónica con sabor costeño.
Ha muerto y se queda con nosotros para siempre un buen periodista que supo regirse por los principios de la verdad, la ética y el rigor en la búsqueda de la información.
Se fue quien era un verdadero periodista que a la vez se convirtió con sus crónicas y escritos en un vocero del pueblo, para que las inquietudes y necesidades de este, se quedan plasmadas en miles de artículos y programas radiales y televisivos, porque también supo ser a la vez ser un luchador social, que utilizó los medios con los que trabajó para llevar a todos los rincones del caribe, Colombia y mundo, ideas y mensajes que de seguro sirvieron para el desarrollo y toma de conciencia de las comunidades.

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