viernes, 23 de noviembre de 2012

Roy vino al Cauca, y encantó


Por: Luis Barrera

El Presidente del Senado de la República Roy Barreras es de aquellos líderes que no espera que las oportunidades llamen a su puerta; él las genera, si es necesario. Está acostumbrado a luchar por las cosas que quiere, y sabe que del fruto de su esfuerzo y tesón surgirán logros que, tarde o temprano, se convertirán en realidad.
Con motivo de la instalación de la vovena mesa temática regional de diálogos por la paz y aprovechando escenarios como el Concejo Municipal de Popayán, el senador vallecaucano con su habilidosa y fluida oratoria enfatizó y opinó sobre los principales problemas de Popayán y el Cauca.
Roy Barreras en su reciente visita a la capital de Cauca demostró con su presencia política e institucional que en el mundo hay dos tipos de personas: quienes reaccionan a los cambios (algunas veces, luego de cierto tiempo), y quienes los producen o se anticipan a ellos. Los primeros son reactivos, y los segundos proactivos.
El dirigente con la investidura de la dignidad parlamentaria como Barreras se torna proactivo, porque el futuro lo construyen las personas dinámicas, que establecen las circunstancias para que éste ocurra de acuerdo a sus expectativas.
El presidente del Senado vino al Cauca y encantó. Nadie como él está aprovechando el cuartico de tiempo que le ofrece la democracia y sabe que crear el futuro de sus aspiraciones consiste en eso: crear los caminos para llegar a lo que se ansía, aún en medio de sus controvertidas opiniones y relaciones con el Gobierno Nacional con las cuales algunos lo señalan como el “perfecto lagarto”.
El político en crecimiento, como Roy Barreras, nunca quiere quedarse esperando a que la oportunidad llame a su puerta; es de los que conocen que hay que poner la puerta delante de la oportunidad que el haya concebido. Si el camino ya está, muy bien, a seguirlo. Si no está, a construirlo. Hace que las cosas pasen, porque el que espera simplemente, es aventajado por el que construye sin cesar, día a día, hora a hora. Por ello, el líder metelón como el senador vallecaucano se transforma en un generador de circunstancias, y hace de eso su llave maestra para lograr sus metas.
Barreras habló en Popayán con líderes y dirigentes populares, con las autoridades y los concejales, con empresarios y hasta con los desempleados que expresaron sus angustias, preocupaciones, quejas, reclamos y anhelos.
Sociable, buen comunicador y carismático, el senador se compenetró emocionalmente con los payaneses y caucanos que le abordaron, supo adaptarse a sus interlocutores en el cabildo municipal en el modo y en la forma en que prefirieron ser tratados. Valoró y respetó las opiniones y sentimientos ajenos, a la par que promovió con el tema de paz un diálogo abierto y sincero.
Barreras, desde la presidencia del Senado viene demostrando que el liderazgo parlamentario se basa en las relaciones, pero en las auténticas relaciones, que conllevan la empatía como su ingrediente fundamental. Cuando habla en público parece ponerse en el lugar de los demás, comprendiéndolos y motivándolos, que son características esenciales que todo líder de connotación nacional debe fomentar y aplicar a diario.
Barreras gustó por su estilo dicharachero, descomplicado, algo que parece hubieran perdido los dirigentes y congresistas del Cauca. Por ello, en su agitado periplo por tierras caucanas demostró además que el nuevo líder que los caucanos y colombianos están esperando, no impone, convence; no ordena, dialoga; no confronta, busca la cooperación. Para esto, debe escuchar mucho más que hablar. Debe actuar con generosidad para cosechar de los demás en idéntica moneda.
El presidente del Senado sabe que la comunicación es muy importante a la hora de establecer la confianza y credibilidad y es por eso que no desperdicia para nada el acoso de la prensa y los medios de comunicación en los que suele opinar con cierta propiedad sobre lo divino y lo humano.
El liderazgo político de Barreras parece estar afianzándose, y en términos generales, hasta ahora le ha ido bien con una aceptable labor legislativa, excelentes relaciones con el ejecutivo y de paso, ha sido reconocido en sus calidades de conductor, integrador, articulador, conocedor, protector y encauzador del Congreso y las instancias que lo rodean frente a la opinión pública, pese al desprestigio de la institución.
En el Valle ya casi se está quedando con todo el liderazgo político y está haciendo hasta lo imposible para consolidares como jefe absoluto y en el Cauca está cautivando mayor presencia y cada día gana más adeptos y simpatizantes gracias a su personalidad, su prestigio, su reputación legislativa en iniciativas, su capacidad habilidosa de entender los problemas sociales de las regiones que visita, que lo perfilan como un jefe político con fortaleza, o más precisamente una autoridad protegida de los embates y triquiñuelas propias de la política nacional, aunque viene señalando que no aspirará más al Senado de la República.

No hay comentarios:

Publicar un comentario