Por: Luis Barrera
Se dieron cita en Popayán miembros del Congreso de la República en cabeza de su presidente, el senador Roys Barreras, y la comisión de paz de esta célula legislativa para recoger las propuestas de las distintas organizaciones y comunidades que hacen parte de la sociedad civil caucana, con el propósito de realizar iniciativas para apoyar el proceso de paz que adelanta el Gobierno Nacional y el grupo insurgente de las FARC.
Como quiera que sea, la sociedad civil no debería olvidar que es un poder, que el poder existe para ser usado y que usarlo bien es jugarse a la paz.
La sociedad civil es el conjunto de asociaciones voluntarias que no son parte del Estado y sin embargo ejercen alguna forma de poder social, los partidos políticos, los movimientos ciudadanos, los medios de comunicación, la empresa privada, los gremios, los sindicatos, las iglesias, y las ONG, en general se consideran parte de dicha sociedad.
Esta dinámica social que viene impulsando el Congreso de la República y que se expresó libremente en el Cauca para robustecer lo que serán las memorias de la sociedad civil como aportes para la paz es admirable si tenemos en cuenta que la guerra colombiana ha convertido a la población civil en la primera víctima del conflicto.
El movimiento social por la paz de Colombia tiene una extensa trayectoria, cuenta con diversas expresiones y ha desarrollado múltiples metodologías de aporte a los procesos de diálogo. También cuenta con un acumulado regional, sectorial y temático de gran importancia que deben ser tenidos en cuenta en los diálogos y acuerdos que se concreten en la Habana Cuba.
Estos diálogos y “botadera de corriente” de las gentes en las regiones genera la confianza de la sociedad en el sueño de la paz y las encuestas de opinión reflejan abiertamente un respaldo al diálogo, los acuerdos humanitarios y la búsqueda de soluciones sociales.
En el Cauca, por ejemplo, en medio de la adversidad, las organizaciones y comunidades que apoyan el movimiento por la paz en esta nueva etapa, han desarrollado múltiples acciones informativas, marchas por la paz y movilizaciones de diverso orden. Todo esto se ha inscrito en una dinámica de resistencias a los actores armados.
El conflicto violento que se libra en Colombia tiene diversas representaciones y protagonistas, pero a su vez, también hay múltiples iniciativas, perspectivas y realidades a favor de la paz vinculadas a cuestiones como derechos humanos, género, medio ambiente, grupos étnicos, entre otras. Estas iniciativas se cruzan y entrelazan, en muchos casos con las manifestaciones específicas que ojalá sean tenidas en cuenta pues son las expresiones y voz del pueblo.
Nos parece positivo que el grupo de apoyo de nuestros legisladores al proceso de paz le da legitimidad a la participación ciudadana, que puede llegar a ser una realidad política y efectiva en la medida, que tenga una metodología propia a la dinámica de las organizaciones sociales, que fortalezca las agendas que resultaron como producto de iniciativas de paz, que incorpore las agendas de las iniciativas de mujeres, de los pueblos indígenas, de los pueblos afro-colombianos, de los sindicatos, de las cooperativas, estudiantes, profesores, intelectuales, académicos, sin olvidarse de las organizaciones populares campesinas.
Estos esfuerzos que en el Cauca han tenido el pleno apoyo del propio gobernador Temístocles Ortega Narváez y los alcaldes municipales, demandan mayor capacidad organizativa y de movilización de la sociedad.
El principal desafío consiste en llevar este proceso de las iniciativas de paz y de las comisiones facilitadoras a los diferentes sectores de la sociedad. En general, se ha abierto camino, la necesidad y la posibilidad de una participación autónoma de la sociedad.
Del mismo modo, se impone la necesidad de articular este proceso en las agendas del movimiento de paz frente a otros temas como los acuerdos humanitarios, el apoyo a la apertura y consolidación de otros procesos de diálogo y en el trabajo para ganar mayores sectores sociales para la causa de la paz en un país con importantes sectores obsesionados con la guerra en los últimos años.
Los medios de comunicación regionales, como PROCLAMA, también se colocan a la disposición de sus lectores y organizadores de estas convocatorias, para ayudar a promover la participación plural, flexible y efectiva de las organizaciones de la sociedad civil, así como convocar la participación a otros sectores, especialmente con quienes quedaron pendientes de las consultas de la región que por falta de tiempo no participaron en las propuestas concretamente y tienen mucho que aportar a esta apuesta por la paz del presidente Santos.
Teniendo presente además que el proceso se encuentra en la segunda etapa de diálogos exploratorios y que por ello es necesario aprovechar el momento para prepararse seriamente con la perspectiva de que las organizaciones sociales puedan ser interlocutoras en un futuro con sectores que tradicionalmente no están presentes en las dinámicas metodológicas a las que están duchas las organizaciones y comunidades del Cauca, porque en el proceso de paz nadie debe quedarse por fuera.
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