Por: Luis Barrera
En varias oportunidades nos hemos referido a este tema que en el Cauca de aterradora realidad se volvió una irónica paradoja. En el Cauca hay mucha pobreza cada día vemos más y más gente que no tiene para subsistir y que literalmente vive en la completa indigencia. Las recientes encuestas del DANE lo corroboran, los niveles de pobreza superan el 34 %.
En Popayán, que es la capital colombiana con mayor número de desempleados, también vemos que hay mucha desigualdad mientras unas personas están bien y viven con demasiadas comodidades, el comercio y la construcción crecen desmesuradamente, otras están muy mal en la pobreza absoluta, en las calles pidiendo limosna o rebuscándose en la economía informal porque no tienen nada y las políticas gubernamentales asistencialistas nos los cobija u otras, se empobrecieron esperando oportunidades en la economía emergente y ficticia del narcotráfico que genera tanta violencia.
El desempleo sigue siendo la principal causa de pobreza ya que no hay muchas oportunidades para algunas personas y así es más difícil de sacar adelante una familia o vivienda digna, además por esta razón también vemos otro gran problema que va ligado con la pobreza y es la delincuencia, porque a veces muchas personas en estado de pobreza optan por el mal camino de violentar la ley en todas sus modalidades para según ellos, poder salir adelante y así lograr tener ingresos para lo que necesitan, y esto se da ya que no hay muchas opciones y respuestas rápidas por parte del gobierno para aquellas personas que necesitan de su ayuda en cualquier circunstancia difícil.
El Cauca, escenario de la guerra violenta y terrorista de los grupos insurgentes, narcotráfico y desplazamiento forzado, con notable crecimiento de la delincuencia común, ejercicio incontrolable de la minería ilegal y con el más alto índice de pobreza y desempleo, tiene una brecha social muy amplia por atender.
Enfrentar la pobreza hoy en día del Cauca no es simplemente un acto de generosidad e inclusive no es un acto ético y de equidad, abarca mucho más, si un gobierno de unidad nacional como el de Juan Manuel Santos Calderón que tanto anuncios de inversión social y obras ha hecho para este departamento, no le apunta dentro de sus políticas y programas atender prioritariamente este problema, este gobierno puede carecer de credibilidad a mediano plazo, ya que se corre el riesgo de amenazar la estabilidad social, económica y política de la región porque se han generado demasiadas expectativas.
Resolver el problema de la pobreza es pues una prioridad y por lo tanto no debe ser únicamente una preocupación del Estado sino de todos. Tanto del Estado, como la clase dirigente y la sociedad civil organizada y desde luego el sector privado que pese a ciertas adversidades siguen creyendo e invirtiendo en el Cauca.
Si nuestro departamento, es la segunda región en biodiversidad por metro cuadrado, primer departamento en el país en recursos hídricos, de fértiles suelos y niveles climáticos, con mar, ríos, valles y montañas, con hombres y mujeres brillantes: entonces ¿porque existe tanta pobreza en Cauca? Para responder a esta pregunta se podrían abarcar múltiples temas relacionados con ella.
Hoy en día uno de los tantos problemas que enfrenta el Cauca son los hechos de violencia y terrorismo, narcotráfico, minería ilegal, delincuencia común, bandas juveniles y criminales y gobierno pocos audaces y visionarios que no exigen políticamente los derechos de los pueblos y comunidades.
Volvemos a ser titulares en primera página de los periódicos y medios de comunicación por culpa de las estadísticas negativas. La pobreza rampante en el Cauca también es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.
Ahora no se trata de llorar sobre lo mojado. Pobreza hay en todas partes y lo que se espera es que se den soluciones para salir de ese deshonroso lugar de empobrecimiento, que desmoraliza y señala con el dedo inquisidor a culpables y responsables, que somos todos, sin excepción los que habitamos estas tierras caucanas.
De acuerdo con recientes estudios la mejor salida para el Cauca y poder combatir el problema de la pobreza y los conflictos que genera es enfrentarla mediante la alianza entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado.
El tipo y la magnitud de los retos que deben asumir estas alianzas son muy variados e incluirían los siguientes aspectos: la reducción de los déficit en la infraestructura de los servicios sociales básicos como escuelas, centros de salud y mejoras en la calidad de los servicios prestados; provisión de otros servicios básicos (tales como agua y saneamiento, vivienda, etc.); generación de ingresos y empleo: programas especiales para los grupos más vulnerables; nuevos aspectos como la protección ambiental, mayor participación popular en el diseño de las políticas, e iniciativas que tengan como meta mejorar el acceso de los pobres al sistema judicial mediante alternativas para la resolución de conflictos; y una combinación de todos los anteriores en un enfoque multifacético que apunte al desarrollo local integrado.
De lo contrario, todo parece que seguirá peor. Por ello, cómo le vendría de bien que por el Cauca soplen pronto los vientos de la paz. Sin el drama de la guerra, esta sociedad tiene la oportunidad de encontrarse con sí misma, para descifrar sus problemas, valorar sus riquezas e identificar opciones de solución.
Los desafíos son múltiples: hacer del diálogo algo cotidiano, en vez de la confrontación como recurso primario; re-articular el tejido social que quedó fragmentado, para alentar convergencias virtuosas, en lugar de restricciones recíprocas; porque superar la pobreza es señal inequívoca de una larga era de exclusión.
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