miércoles, 2 de enero de 2013



DÍA PACÍFICO Y VOCES DE LA CULTURA EN CALI

En el Centro Cultural de Cali Gloria María Medina, Mary Grueso, Alfredo Vanín, Medardo Arias y Hernando Revelo

Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

La Secretaría de Cultura y Turismo de Cali con María Elena Quiñónez Salcedo proclamó para este fin de año el Día Pacífico Colombiano y convocó a poetas, músicos y danzantes a que alegraran con sus voces, palabras y canciones la ciudad de Cali.

En varios sitios niños, adultos y grupos de personas discapacitadas habían asistido a talleres de apreciación poéticas y llegaron al Auditorio del Centro Cultural de Cali a un agasajo para el que se habían invitado poetas de Guapi, Buenaventura y grupos de música y danza propia del suroeste colombiano.

El programa lo abrió el poeta José Zuleta que presentó al novelista y poeta Alfredo Vanín Romero que acaba de publicar el libro Palabras pacíficas, una compilación “en contra el olvido” de mitos, cuentos, ensayos y relatos orales y de autores reconocidos sobre el paisaje y costumbres del Pacífico. El poeta enseguida habló de las intenciones y realidades de este libro, recalcando que no cree en la denominación que hace referencia a una supuesta literatura negra, sino que aboga por que se diga de una literatura colombiana, sin distingos que la dividan.

Empezó luego el recital del inmenso Medardo Arias Satizábal que traslada con sus versos a su mar de evocaciones situadas en colores negro, ocre y macilento. Las palabras ruedan como las figuras de Dalí por sobre la piel, el tiempo con escenas llenas de viscosidad y bruma.

Continuó el recital de sabor a bagre y calamar con el poeta Hernando Revelo Hurtado quien hizo un monumento de nostalgias a su ciudad de Guapi a la que ubicó en un presente casi apocalíptico y violento. Se dolió del olvido de su mar, de sus encantos y sus riberas. Cantó a su padre y nos puso enfrente su retrato vivo en un bello baúl de versos.

Tomó a continuación el micrófono la negra grande de la poesía pacífica. Mary Grueso Romero, tiene su nombre escrito entre los manglares, los islotes y esteros de la costa del suroeste colombiano. Cuando abre su boca, estalla el tambor, saltan el cangrejo, el pez sierra, las pianguas y bate su follaje el palmerío desde Tumaco hasta Buenaventura. El público entusiasta la aplaudió porque entendió que interpreta sus amores, su piel de ágata y su folclor de azul y guasá.  

Finalizó el cuarteto de voces negras el poeta de Saija, Cauca, quien está estrenando doctorado y premio Jorge Isaacs de novela, Alfredo Vanín. Su poesía viene en bajel con cargamento griego con alegorías de filigrana y personajes de glorias y guerras. En su poema inédito Nueva crónica nos muestra rápidas escenas de guerras, tabernas, cataclismos, mitologías modernas de brazos dislocados y hermanos gemelos que dejan una estela larga de humo y misiles.


La tarde pronto se hizo noche y se vistió de faldas largas de oro y blusas verdes y rojas para bailar juga, patacoré y currulao. El Grupo artístico de danzas “Asocujo” brindó a los poetas un exquisito repertorio de color, citas de amor y revueltas con mirada picarona.

Fuerza decir que la poesía ha tenido lugares y espacios en la agenda cultural de la municipalidad caleña este año. Por décadas estuvo recluida en un sitio exiguo. Ah, los valores que deben rescatarse en esta tierra dulce y franca… Y allí estaban otros poetas oyendo y aplaudiendo: Carlos Gerardo Orjuela, María Teresa Ramírez, María Elena León, Judith Rodríguez más una inmensa corte pacífica.

01-01-13                                              9:58 a.m.

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