Por Athemay Sterling Acosta*
Siempre ha estado en mi conciencia la Tierra de Oro en todos los
lugares del mundo donde me he encontrado en mis funciones intelectuales y de
Abogado Defensor de los Derechos de los Pueblos. Ha andado conmigo igual que el
suscrito mi Santander de Quilichao donde aprendí mis primeras letras en tres
legados de la historia: Voz de la
Democracia donde mi madre Educadora me enseñó a leer, igualmente en Documentos Políticos Revista Científica del
Partido Comunista Colombiano, también en el primer libro que leí a los seis
años de edad que ella me llevaba de la biblioteca del concejo municipal de este
bello municipio, un extenso libro donde se explicaba la historia de Francisco I. Madero y la lucha de los pueblos
por sus Derechos en plena Revolución Mexicana cuando los yankees robaron todo
el norte de México y lo anexaron cruentamente a este país imperialista, que
agredió mis Derechos como Abogado Litigante Internacional defendiendo yo los
intereses del pueblo colombiano.
EEUU, país imperialista, carcelero y vulnerador de los Derechos
Humanos donde ya no debe quedar la Sede de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos de la caduca OEA.
Hoy no he regresado sino que siempre he estado aquí, hemos sido
como el doble yo simultáneo en una tierra ejemplar de la verdadera
multiculturalidad y plurietnicidad, donde Ararat somos Sterling, Luna somos Cuéllar,
Mina somos Sadovnik, Balanta somos Jerónimo, mi compañero, Rueda y Dairo juntos
a Cabreras, Velascos y Acosta, Lucumí mirando al Quilichao, los Viáfara y Galarza
mis profesores del alma, saboreando no sólo las mieles de mi pueblo panelero,
sino la violencia que en mi vida primero conocí, allá en la Rafael Tello cuando
en mi época del sesenta ya se asomaba ante nosotros los niños de la época este
cruento conflicto social y armado colombiano, y cuando los Comunistas sufrimos
la ilegalización por parte de la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla.
Nunca se ha borrado de mis recuerdos cuando al interior de los
Bomberos en la Escuela Rafael Tello, cuando mi madre llevaba en recreo las
medias nueve, todo un perico con cebolla y tomate, arroz y patacón con
chocolate que comía con mis compañeros en recreo ahí junto, o mejor cerquita, a
decenas de campesinos asesinados por el ejército, tirados en el piso, ahora en
Derecho decimos ejecutados extrajudicialmente, y conocido como “falsos
positivos”, que las FFAA les moteaba como bandoleros, sin serlo, lo supe luego.
Pero niño se me quedó y aún mantengo ya casi a los setenta años el
mismo recuerdo, será que por ser Abogado Defensor de Derechos, esas masacres
que hacía el Ejército en esa época de violencia que hoy continúan de otras
formas, fueron tan sangrientas, tan dañinas y cohonestadas por todos los
terratenientes y aburguesados de conciencia aunque no de la producción de las
clases dominantes que tienen sumido al Cauca en esta espantosa situación, ellos
crearon una tumba de recuerdos de esta realidad colombiana, que hoy las
invencibles Farc-Ep como Grupo Insurgente Beligerante y el Gobierno
Constitucional de Juan Manuel Santos, hombre de doble moral, teniendo en cuenta
muchas de mis propuestas a ellos, hoy están en diálogos exploratorios hacia el
fin del conflicto colombiano como se denomina en el acuerdo general firmado por
las partes.
Es que lo de Oslo, Noruega, donde estaremos en la instalación de
la Mesa de Diálogos y luego en Cuba y otros países amigos de la paz con
justicia social, donde se propugnará por la solución política a través de la
negociación civilizada y soportada en la esencia de la Cláusula Martens del
actual conflicto social y armado colombiano, empujó como abogado a Athemay
Sterling Acosta y su Equipo Defensor de Derechos a instalarse en la Bella y
Segunda Ciudad del Cauca Santander de Quilichao, nuestra Tierra de Oro, al
servicio de toda la población sin excepción, pues los Derechos son Universales,
y además venimos sin excepciones, pues a nadie excluimos, ya que quien excluye
al otro, se excluye a si mismo.
Ni la doble moral de Santos que llama a la Paz pero a la vez hace
la guerra y demuestra la incapacidad de este régimen soportado en el terrorismo
de Estado de querer una paz sin justicia social como es el anhelo nacional.
Nada nos arredra. Hasta que todos podamos ejercer el conjunto de los Derechos
Universales. Ni siquiera esta doble moral santista amilana al Movimiento
Popular a continuar en la brega por la Solución Política al actual conflicto
social y armado colombiano. Por eso regreso a mi pueblo.
Pues no hay que olvidar que Juan Manuel Santos es un criminal de
guerra pues es determinador de la ejecución extrajudicial de Alfonso Cano, un
colombiano que estaba en ese momento de su ejecución, convocando al Diálogo por
la Paz en Colombia. ¿Se podrá creer en esta doble moral santista?
Por todo esto venimos directamente al Cauca y a mi pueblo,
Santander de Quilichao, la bella Tierra de Oro de Colombia a seguir luchando
por los Derechos y la Paz con Justicia Social en la Nación entera y para junto
al movimiento popular construir una Nueva Colombia.
* Abogado Defensor
de los Derechos, ex Consejero y Ex Asesor de Paz Departamental del Valle del
Cauca en varias Administraciones del Gobierno. Catedrático Universitario.
Escritor y Poeta. Director de Radio Televisión Palenque.
Santander de
Quilichao Octubre de 2012
http://athemaysterling.org/content/view/286/1/
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