CARLOS E. CAÑAR SARRIA
carlosecanar@hotmail.com
Tras los anuncios del presidente
Santos, de iniciar un proceso de paz con las Farc, al respecto del papel de los
medios, enfatizamos: “Son importantes los comentarios de prensa y las variadas
posiciones de los diferentes columnistas sobre las posibles negociaciones con
la guerrilla, sin embargo, es importante también, el uso de la prudencia para
no colocarle palos a la rueda a un proceso de paz, que según términos del
primer mandatario, es una de sus principales prioridades en su segunda etapa de
gobierno” (El Liberal, 03.09.12).
Precisamente, el papel de los
medios en los procesos de paz es hoy objeto de interés en la opinión pública
nacional. Quién lo creyera, pero de una responsable o irresponsable
información, comentario o crítica, pueden depender muchas vidas. Recordamos que
al respecto, hace varios años, el connotado periodista Javier Darío Restrepo,
expresó: “Así lo sintió un ciudadano caldense secuestrado, que desde su lugar
de reclusión escuchaba en la radio de los secuestradores, el detalle de su
propio secuestro. Cuando los delincuentes estaban a punto de dejarlo en
libertad, convencidos de su absoluta incapacidad para pagar un rescate
cuantioso, las cosas cambiaron merced a una información radial en que un
acucioso e imaginativo reportero describía al secuestrado como un acaudalado
hombre de negocios”. La falta de prudencia de quienes tienen el privilegio de
informar o de opinar puede hacer mucho daño. No se trata de esconder la
realidad, pues esta es una de las principales misiones del verdadero
periodismo. Se trata de que la libertad de prensa esté secundada por la
responsabilidad. Y no puede existir responsabilidad sin la virtud de la
prudencia.
Recientemente, el presidente
Santos, ha enfatizado en la necesidad de mantener la “debida prudencia” por
parte de los medios de comunicación en los asuntos concernientes al proceso de
paz: “(…) Ciertos casos, ciertas circunstancias, donde cierta discreción y
cierta prudencia por parte de los medios de comunicación, es necesario y responsable.”
Pensamos que al requerimiento
presidencial hay que agregarle la prudencia al manejo del lenguaje y del
discurso como una herramienta necesaria en los procesos de paz; esto implica
reducir los tonos de agresividad entre las partes directamente comprometidas,
así los ataques continúen. Los medios no pueden ser ajenos a la prudencia,
sobre todo si se trata de la aspiración más anhelada de la humanidad, como lo
es la paz.
Santos ha recalcado que no
pretende la censura que obstaculiza la verdadera democracia. Como periodista lo
entiende muy bien. Desea prevalecer un periodismo serio y responsable. Así se
pretenda desconocerlo, de una irresponsable o responsable información, crítica
o comentario pueden depender muchas vidas y la solución o no de muchos
problemas.
Los medios deben ser
facilitadores de los procesos de paz, tienen la responsabilidad de operar con
la verdad, con la objetividad, con la transparencia que exijan todas las
circunstancias. La sociedad debe estar enterada, en su debido momento, de todo
o de lo más relevante que se teja en los procesos.
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