Gustavo Carrasquel | ANCA 24
Las duras consecuencias que el cambio climático provoca como las
largas sequías, fuertes heladas, carencia de agua, inundaciones incontrolables
derivan en la propagación de enfermedades, perdidas de cosechas, alteraciones
del suministro energético entre otras.
Son la causa directa de los trastornos en la agricultura y
ganadería en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y está
representado en pérdidas millonarias en la región.
Según estimaciones de la FAO, la producción de cultivos que no
requieren irrigación afrontarán dificultades, y en Sudamérica, las tierras que
no recibirán las lluvias necesarias pasarán de 170 a 320 millones de hectáreas.
El Niño es un fenómeno climático, erráticamente cíclico que
consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas
en la zona intertropical provocando, en consecuencia, una superposición de
aguas cálidas procedentes de la zona del hemisferio norte inmediatamente al
norte del ecuador sobre las aguas de emersión muy frías que caracterizan la
corriente de Humboldt.
Esta situación provoca estragos a escala zonal (en la zona
intertropical) debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a
América del Sur, tanto en las costas atlánticas como en las del Pacífico.
Las condiciones meteorológicas asociadas al fenómeno de El Niño
posiblemente comiencen a observarse y generará alteración en la estacionalidad
de las lluvias en varios países de Sudamérica, por un calentamiento en las
aguas del océano Pacífico.
Un clima más húmedo en Sudamérica podría ser un alivio para los
agricultores en Brasil y Argentina debido a que la siembra comienza en
septiembre, particularmente después de la racha de sequía provocada por la
contraparte de El Niño, La Niña, durante la temporada pasada.
Lluvias demasiado intensas, sin embargo, podrían dañar las
cosechas. Brasil es el mayor productor del mundo de azúcar, café y soja.
Argentina es el mayor exportador de soja.
Aunque, en principio, el desarrollo de un episodio de El Niño
parece augurar buenas condiciones climáticas para la campaña agrícola
2012-2013, deberá tenerse en cuenta que episodio doble de La Niña, que afectó
negativamente a las dos campañas agrícolas precedentes, producirá una fuerte
acción residual, advierten especialistas.
Por el momento es incierta la intensidad de un eventual fenómeno
de El Niño, pero que podría estar entre débil y moderada. Lo que sí se sabe es
que la probabilidad de que llegue alcanzó un 81% y que su mayor impacto se
sentirá hacia finales del 2012 y comienzos del 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario