domingo, 19 de agosto de 2012

EL TERRORISMO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


CREPITACIONES 2012

POR LIC. JAVIER ENRIQUE DORADO MEDINA
Correo electrónico: jaendor70@hotmail.com

Antes de entrar directamente al grano, como se dice en el lenguaje coloquial y para los fines de la presente columna de opinión, quiero compartir con ustedes, amables lectores, una anécdota que me ocurrió ya hace más de 30 años, (cómo pasa su majestad el tiempo, Dios mío), cuando en mi pueblo natal, Bolívar, Cauca, era corresponsal del periódico Proyección del Cauca, dirigido por mi colega Oscar García López.

Sucedió que algunos campesinos de la región, me informaron que los policías del pueblo, en sus rondas cotidianas, les decomisaban los machetes o peinillas, recién comprados en los almacenes del mismo, para usarlos en sus labores agropecuarias, mostrándome las correspondientes facturas, aduciendo y con razón, que se sentían perjudicados, porque eran personas de bien, incluso, a algunos de ellos, yo los conocía personalmente. Acto seguido, como era una información comprobada, escribí el correspondiente informe en el periódico. A los pocos días, hubo un accidente de tránsito, cerca al pueblo, con heridos y muertos y tal como era mi trabajo periodístico, para tener la información de primera mano, me acerqué al cuartel de la policía y la respuesta del agente encargado, me dejó frío y pensativo: “señor, no podemos darle la información, porque estamos ocupados decomisando machetes…”. Imagínense ustedes mi estupor e incredulidad. Ante su negativa y reproche injustificado, me tocó ir a la alcaldía, a buscar la información.

La anterior anécdota viene como anillo al dedo, a propósito de las palabras del primer mandatario de los colombianos, durante la clausura de la Asamblea anual de Confecámaras, realizada hace días en Cartagena, cuando se refirió a los medios de comunicación y la “trascendencia mediática que les dan a los diferentes grupos armados ilegales y sus acciones”, dizque para “ fortalecerlos”, como si los medios y los periodistas, se prestaran voluntariamente para colaborar con esos grupos, o peor aún, fueran sus cómplices indirectos, para ganar puntos o aumentar el famoso rating de sintonía. Pero lo que dijo después, sí que fue una verdadera embarrada o metida de pata bien grande como de aquí a la Patagonia: “si no existieran los medios de comunicación, no existiera el terrorismo”, es decir, le echa el agua caliente a los medios de comunicación, en su función primordial de informar lo que sucede en materia de inseguridad, un tema en el cual está perdiendo el año, o sea que ya encontró el chivo expiatorio preciso para endilgarle las fallas de seguridad de su gobierno.

Como es lógico suponer, el señor presidente con sus increíbles declaraciones, ya prendió el mechero en los medios de comunicación y no hay derecho a que los periodistas nos sintamos tratados de semejante manera, por el solo hecho de informar la realidad colombiana.

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