Rodrigo Valencia Q
Especial para Proclama del Cauca
R—No sé si conocen, por internet, un
pronunciamiento de la señora Condooleza Rice defendiéndose magistralmente de
las burlas de Chávez. Culta, inteligente y directa, lo desbanca de su trono
bullanguero.
D—Lo he recibido varias veces, y creo que es
un montaje. ¿Por qué lo publican después de su paso por el gobierno de Bush?
Políticamente su impacto es muchísimo menor. Creo más en que ha sido una
elaboración de la oposición venezolana.
R—No creo. ¿Por qué habría de serlo? Seguramente ella se expresaría
aclarando el asunto.
D—En internet todo puede suceder, esta vez tú
estás del lado de los que creen. Estamos expuestos.
R—Sí, al engaño, la suplantación, la manipulación de intereses. Así,
seguiremos eternamente un velado juego que nos oculta el norte verdadero de la
vida. Sociedad mediática, masificada, cultura del pantallazo; a todo eso
rendimos culto, incapaces como somos de quedarnos sin nada de esas tretas de la
barahúnda informativa.
D—Es que no hubo un pronunciamiento oficial
en el gobierno, que habría tenido el impacto del "por qué no te
callas." Quizá porque uno no sabe si Chávez en ese momento era peor que
Bush.
R—A mi amiga G, aquí presente, por ejemplo, no le gusta Santos –la mira, le
da un empuje-; cuestiona sus actos, dice que es peor que Uribe. Yo opino lo
contrario. Pero ni ella ni yo tenemos la razón. Nosotros somos simplemente
receptores de informaciones, que vienen de distinta fuente e intenciones.
D—Seguramente ella valora a Santos como un
adelantado discípulo de Maquiavelo; tú (y yo estaría ahí) te aferras a la
esperanza de que en esta segunda década del XXI se dé el López Pumarejo de la
tercera década del XX, esta vez un Santos. Por ejemplo, yo hacía mucho tiempo
había perdido la fe; con Santos siento que una lucecita viene saliendo del
rescoldo. Si se trata de medir por lo bajo, con Santos hemos ganado decencia;
con Uribe éramos los bárbaros de Latinoamérica: "Dé la cara, sea
varón", cosa dicha en escenario internacional, como cualquier vulgar
callejero.
G interviene;
su interés por la patria es sentimiento que no decae; las presentes sombras le
preocupan. El País del Sagrado Corazón es un sagrario plagado de indolencias…
G—Lo más triste es que Uribe luchó contra los terroristas
amparados por Chávez, y ahora están de vuelta con sus crímenes; ejemplo, el
atentado contra Londoño. Con Uribe hubo tranquilidad, la gente podía viajar
tranquila, ahora ya no.
D—Uribe mantuvo una aparente paz, con
soldados sembrados como postes en haciendas y carreteras a lo largo y ancho del
país, a unos costos económicos altísimos: se calcula en 100 mil millones de
dólares en 8 años; para un país pobre eso es ruinoso. Así mismo, pidió que lo
reeligieran para terminar la tarea de acabar con las FARC. Salió del gobierno y
ahí siguen las FARC, el ELN y todo el vandalismo…
G—Veremos qué pasa en este gobierno de Santos y ojalá
se lleve a cabo la limpieza del congreso, pues los salarios que tienen están
también quebrando a este país. Mi papi era muy sabio; nunca se metió en política;
me parece oírlo: "Ser padre de la patria es un honor, y debería ser
gratis"...
D—Sabias palabras; pero en Colombia es al
revés. En el gobierno de Uribe hubo dos alzas seguidas, por encima del 30%, a
los altos funcionarios del Estado en las tres ramas del poder; en cambio, para
pobres y clase media siempre fue castigo; recuerdo que en el 2006 estaba en
discusión el alza del salario mínimo; sindicatos y empresarios no lograron
ponerse de acuerdo cuando iban en 5,9%; se rompieron las negociaciones, y al
otro día por decreto el gobierno aprobó el 5,6%; esa era la sensibilidad de
Uribe con la clase trabajadora. Ahora que Santos se propone restituir la tierra
a los campesinos e indemnizar a las víctimas de la violencia, el más duro opositor
es Uribe. Y fíjese usted: con ese programa, el gobierno de Santos le quitaría
los pretextos de justicia social a la guerrilla y estaría más cerca una paz
negociada, verdadera y duradera.
R—El regateo de las miserias siempre ha sido un sudor para los hacedores
falsos de la patria... Una vergüenza que no los sonroja en lo más mínimo…
D—Y respecto a Chávez, opino que es un personaje
pintoresco del Caribe. Le dio la ventolera de garantizarles salud a los más
pobres, e indemnizarles los alimentos. Sólo a él se le ocurren esos desplantes...
En Colombia yo, por ejemplo, pago más de 180 mil pesos mensuales a una entidad
privada prestadora de salud, que le vende ese servicio al Estado, y hace dos
años que estoy pagando a particulares el servicio porque la tal entidad casi
que no sirve para "nada"... Sirven para hacer negocios con el dinero
de los asociados. Por algo Colombia está calificado como el tercer país más
inequitativo del mundo.
R— Sí, es indignante. Alzo mi tolda, me voy a
otra parte. En las montañas no se puede vivir, en los poblados y en la ciudad
tampoco. Vamos tiñendo la historia con dificultades cada día mayores. El sol no
sale para todos; nunca lo ha logrado.
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